Estamos ante una nueva edición de la Fira i Festes de l’Ascensió, concretamente la 57. Durante este fin de semana tendremos ocasión de visitarla, pasear y disfrutarla. A primera vista la verán muy parecida a la de otros años. Los concesionarios de la automoción han perdido su interés por la Fira, este año tampoco habrá los caballos recuperados en la pasada edición. Estas deserciones se compensan, en términos formales, con la novedad de una Feria de juegos. Habrá que ver la respuesta de los ciudadanos ante esta apuesta, pero es difícil creer que los juegos de mesa tengan el poder de convocatoria del tótem de nuestra sociedad: el automóvil. Este fin de semana lo veremos.
No vamos a cometer el error de comparar esta Fira, con aquellas Ferias y Fiestas de la Ascensión de antaño. Es otra época, otro tiempo. Mirar atrás no sirve de nada, salvo para aprender de los errores, y hacerlo mejor. Pero sí vamos a compararla con cualquier otra de la etapa democrática. Por ejemplo, con la Fira de l’Ascensió de 1992. El año de los Juegos Olímpicos y, por lo que respecta a Granollers, de la moción de censura. Aquella Fira organizada en plena crisis de gobierno municipal contó con la presencia de 265 expositores. Las cifras oficiales de visitantes fueron de 240.000... Los expositores de la edición de este año son 155, el número de visitantes que se espera, 70.000... Hoy ya sabemos que los números de visitantes de aquella época, estaban hinchados, pero el de expositores es irrebatible. ¿Qué explicación hay para entender que quince años después hayamos perdido casi la mitad de expositores? Desde el punto de vista económico no se entiende: El PIB actual de Granollers hoy es muy superior al de hace quince años. Entonces, Granollers tenía 52 mil habitantes, y hoy tiene 60.000. No había un Parc Firal (mejor dicho, la Fira era ambulante, aquel año en Tres Torres, en la zona del Palau Olímpic), y ahora sí existe. La organización actual está profesionalizada (Enric Brufau es un experto en la organización de este tipo de certámenes), y entonces se le encargaba directamente a un funcionario municipal (Bartomeu —por cierto, en su casa siempre le llamaron Bartolomé— Bennàssar). Objetivamente, hoy tendría que ser mejor, y no lo es.
Opinión del lector
JULIO
Las ferias de pueblo multitemáticas son, definitavamente, cosas del pasado. No vale la pena dedicar a la cuestión ni un minuto. El Ayuntamiento se agarra a ella porque carece de ideas ( a pesar de lo que digan los carteles). No interesa ni al consumidor ni a los expositores, éstos participan para quedar bien con los políticos ya que así siempre obtienen a cambio alguna que otra prebenda. Sólo hay que fijarse en la estrecha relación de la patronal con el Alcalde, lo cual es un fenómeno anti-natura.
Antonio Robles
La Fira de este año es tan decepcionante como las anteriores. Comparar esto con el pasado produce verguenza. Enhorabuena a la persona que escoge la Ultima Frase: "Entre todas las desgracias la peor es la de haber sido feliz". Por sí sola es todo un Editorial, y no sólo esta semana.
Gabriel Valles
La veritat és que m'ha decebut molt la gestió de Jaume Profitós (ERC) en aquest tema. Provatures constants (algú recorda el mercat medieval?), baralles amb sectors implicats... Voleu dir què no seria millor replantejar-ho tot i fer foc nou? Ah! Jo vull un govern d'esquerres, però si us plau, que Promoció Econòmica canvii de mans.
Miriam A.M.
Por parte esta revista me parece estar muy bien ya que va sobre las novedades y desgracias sobre la comarca del vallés.Y por otra parte todas las personas que forman la revista del vallés son muy buenos profesionales en global.
David P.F.
En vez de Fira de L´Ascensió se acabará llamando de la Descenció. Pero volveran a salir los mismos que han convertido a Granollers en la ciudad más aburrida del mundo. Ni siquiera cuando hay la Formula 1 hay ambiente. Ni Universidad tenemos Vergonzoso.
