Una de las cosas que más nos llama la atención en Democracia Nacional es la pasividad y la falta de respuesta del pueblo español ante la grave situación que estamos viviendo. No nos referimos al aumento del desempleo que ha tenido lugar en el mes de enero, aunque también es importante, sino a la política demográfica y de inmigración que están llevando a cabo tanto el PP como el PSOE. Es una política que está llevando a la extinción física de nuestra nación y de nuestra civilización, pero los españoles siguen comportándose como el rebaño que va por su propio pie al matadero.

Estas últimas semanas hemos oído unas cuantas declaraciones de dirigentes del PP respecto a la política lingüística en Cataluña y en el País Vasco. Primero fue Mariano Rajoy quien declaró su voluntad de que cualquier persona pueda estudiar en español en cualquier parte de España. Más tarde fue José María Aznar quien criticó la política lingüística que se lleva a cabo en Cataluña y en el País Vasco. Como siempre, el Partido Popular está teniendo como cómplices de su engaño a una serie de medios de comunicación de derechas.

El Raval, Lavapiés y la mayor amenaza de Europa

La reciente detención de catorce presuntos terroristas islamistas en el barrio barcelonés del Raval ha vuelto a traer a la actualidad más reciente una de las situaciones más lamentables de la España actual: la existencia de barrios en España que han dejado de ser España. En el Raval, los catalanes españoles ya son una minoría. Se ha pasado de un 25% de población inmigrante en 2001 a un 75% en la actualidad; una auténtica limpieza étnica de la población autóctona. No sabemos si las acusaciones son reales o si son una maniobra del Gobierno para dar una imagen de firmeza frente al terrorismo, ya que esto ha coincidido en el tiempo con la propuesta de ilegalización de partidos proetarras. No está nada mal en un partido que lleva años criticando “la utilización política del terrorismo”.

El manifiesto

Real como la vida misma

Madrid City, ciudad sin ley: donde los chorizos campan por sus respetos

Estación de autobuses de Avenida de América. Hora inclemente: 07,35, entre legañas de sueño asalariado y churros a medio digerir. Un ciudadano se acerca a la taquilla de largo recorrido. Prudente, coloca sus bártulos –una maleta de mediano tamaño, un maletín de ordenador- entre sus pies y la pared. El ciudadano habla con el empleado de la taquilla. Enfrente hay dos empleados más. En la cola, tres ciudadanos. Al lado, no menos de una docena de transeúntes. Detrás, sentados, una buena veintena de usuarios que esperan su hora de embarque. Entonces un tipo se acerca: negro o mulato, 1,75, relativamente bien vestido. Coge rápidamente el maletín de ordenador y sale corriendo. El ciudadano lo percibe. Salta tras el delincuente: demasiado rápido; nada que hacer. Alrededor, nadie ha movido un dedo: ni taquilleros, ni transeúntes. Los guardias de seguridad no están. El ladrón gana, una vez más. Esto es Madrid, ciudad sin ley.

http://www.europapress.es/00066/20080123211733/islamistas-detenidos-barcelona-planeaban-atentado-transportes-publicos-ciudad-mismo-fin-semana.html


Asombrados presenciamos la puesta en escena de la detención de una célula islámica de cuantas forma el entramado terrorista y criminal que asola la libertad del pueblo español. Y esta vez han sido sorprendidos justo antes de "suicidarse" en el transporte público asesinando a cuantos hubiese a su lado. Sí, a su lado, ciudadanos confiados en la persona multicultural que viaja junto a él y que no es sino el criminal demente de turno consentido y mantenido por los gobiernos de quienes se dicen demócratas.

En sus centros de terror y adiestramiento, algunos las llaman mezquitas, preparaban la sangre y el despiece de víctimas inocentes. Pero aquí no pasa nada. Curiosamente esto viene a recordar unos años atrás cuando algún partido ganó las elecciones con la sangre española y otro debió agachar las orejas y cerrar la boca. ¿Casualidad? ¿Paranoia a pie de calle?

Vuelve a suceder esto al mismo tiempo que se desencadena la crisis económica, que se destapan las mentiras de 30 años de ¿democracia?. ¡Que vergüenza! Ahora dirán que esto ha sido mérito del gobierno. Más bien yo diría que la visita de Gadaffi algo ha tenido que ver. En fin, simples conjeturas.

En cualquier caso lo que sí es cierto es que hace una semana los islamistas, excelentísimos terroristas, criticaban a Democracia Nacional por su islamofobia. ¡La madre que me parió! Y solicitaban su ilegalización, tema por otra parte que ya parece deporte nacional. Pues bien, esos ilustrísimos hijos de Mahoma que ahora están gorroneando en nuestras cárceles y protegidos por abogados de asociaciones multiculturales no merecen ni tan siquiera el desprecio de la gente de bien. Vengo a preguntarme....¿son escoria? No, estos son directamente basura. Y quienes les han dejado llegar hasta ese límite de preparación deberían estar encerrados en la misma jaula purgando su egoísmo electoral y su trayectoria permisiva con estas culturalidades que no traen sino lágrimas y sangre.