Robin Kinross en Campgrafic
Según Penela:
«Algunos debates que podríamos denominar tradicionales se mantienen vivos. Uno de ellos -a todas luces decisivo en el ámbito cultural, es el de la modernidad. La producción en masa del libro tiene una fecha histórica clara de 1450. Ese año, aquel centroeuropeo con ojo de pez comercial rompió con el tradicional modelo de escritura a mano y elevó la prensa de uva a la categoría de bien cultural de primer orden. Con ello se iniciaba el camino de la homogeneización, ciertamente tan criticado en la actualidad en otros ámbitos pero con un peso decisivo en lo que se conoce como la modernidad; es decir, la estandarización y la planificación de los procesos económicos. Y la tipografía es uno de ellos.
»Si Jürgen Habermas afirmaba que la modernidad es un “proyecto en marcha”, no es menos cierto que alguien tiene que fijar sobre el plano dicho proyecto para que el pensamiento humano pueda conocer las miradas que ese proyecto ha ido incorporando en fases sucesivas. Esa es la labor que ha emprendido Robin Kinross con este libro, Tipografía moderna, en el que aún a costa de restringir su mirada a Occidente va saltando de los países a los movimientos culturales y de estos a los tipógrafos para forjar el que con toda probabilidad es el más detallado libro que el lector puede encontrar en la actualidad en los anaqueles de cualquier librería de Europa o América para conocer imprenta, tipografía y tipógrafos en unos tiempos en los que el ordenador parece quererlos erradicar.
»No se trata tanto de una reivindicación, cuanto de un posicionamiento que ayudará al lector en su mirada propia de la cultura.
304 páginas, 17×24 cm, rústica, ilustraciones a color, PVP 28 euros.»
Un nuevo proyecto biblio-tipográfico de Campgrafic, que ultimamente me tiene algo desatendido; eso de vivir en Soria tiene sus pegas, y sus alegrías…
La madurez intelectual de un país se mide por la cantidad y calidad de manuales críticos, de ensayos y reflexiones que publica; en tipografía, hasta ahora, hemos sido un fracaso; sólo manuales de uso, nada de reflexión sobre la profesión, sólo el uso manual, corto y escaso intelectualmente de unas herramientas; dime cómo, que el porqué y el de dónde no me interesan. Por suerte Campgrafic está para solventar ese problema. Ya sólo falta que ciertos autores —que no quiero nombrar aquí— se pongan manos a la obra y escriban el primer tratado crítico sobre la tipografía en España y limítrofes.
Dicho está. El que quiera que se de por aludido y recoja el guante…