La conmemoración del 25º aniversario de la inauguración del Teatro-Museo Dalí se llevó a cabo de forma continuada a lo largo de la segunda mitad del año 1999. El programa de esta celebración contó con una serie de actos y actividades muy relevantes y de carácter diverso, aunque los verdaderos protagonistas fueron los 925.626 visitantes que acogieron en sus salas, durante todo el año, los tres museos de la Fundación.
 

Ésta fue una conmemoración directamente inspirada en los principios que consagran los Estatutos de la Fundación: "promocionar, fomentar, divulgar, prestigiar, proteger y defender" la figura y la obra de Salvador Dalí; una celebración, en suma, dedicada a los 10 millones de visitantes que ha recibido el Teatro-Museo Dalí durante sus 25 años de existencia.

11 de enero de 2000: Presentación de la nueva peluca de la Sala Mae West.

Llongueras y la Fundación Gala-Salvador Dalí han llevado a cabo la remodelación de uno de los elementos más singulares del Teatro-Museo Dalí: la peluca que forma parte de la Sala Mae West, instalación realizada por Salvador Dalí y Òscar Tusquets en 1974.

Con objeto de poner fin a la degradación sufrida por la peluca original, la Fundación Gala-Salvador Dalí solicitó la colaboración de Lluís Llongueras. El peluquero y escultor, junto con su equipo técnico y con la colaboración del Departamento de Conservación de la Fundación Gala-Salvador Dalí, ha estado trabajando durante los últimos meses en la realización de una nueva peluca de grandes dimensiones para la Sala Mae West.

Lluís Llongueras ya fue en su día el creador de la peluca original de la Sala Mae West, instalada en 1976 como parte del montaje escultórico permanente realizado dos años atrás por Salvador Dalí y el arquitecto Òscar Tusquets, poco antes de la inauguración del Teatro-Museo Dalí. La peluca, de grandes dimensiones (4,40 x 3,46 m), entró en el Libro Guinness de los Récords como la mayor de las confeccionadas hasta la fecha. Desde entonces, Lluís Llongueras se había desplazado en varias ocasiones al Teatro-Museo Dalí con el fin de velar por el correcto mantenimiento de la colosal peluca. A pesar de estos cuidados, la degradación de un elemento tan frágil ha sido inevitable durante los 25 años transcurridos y ha hecho aconsejable la sustitución del mismo por una peluca totalmente nueva. La recién estrenada peluca mantiene las características que desde siempre hicieron de su antecesora un elemento clave de la Sala Mae West, sobre todo al visualizar la instalación a través de la lente de reducción que transforma el conjunto escultórico en el rostro de Mae West.

La peluca ha sido realizada en un material acrílico nuevo (cabello artificial que imita con máxima perfección el natural), telas y forros (16 metros de cada), y el movimiento del peinado se ha conseguido encolando madejas de casi 1 km de longitud con adhesivo Contactceys.

La Sala Mae West constituye uno de los espacios más emblemáticos del Teatro-Museo Dalí, y también uno de los preferidos por los visitantes. La instalación tiene su origen en la versión del Sofá-saliva-labios (o Saliva-sofá) realizada por Òscar Tusquets a principios de los años setenta. De hecho, fue el propio Tusquets quien, a raíz de la creación del Saliva-sofá, sugirió a Salvador Dalí la recreación tridimensional de una de las aplicaciones más conocidas de la iconografía daliniana al mobiliario a partir de la técnica de la doble imagen: el collage Rostro de Mae West (utilizable como apartamento surrealista) (c. 1934-35, The Art Institute of Chicago). Entusiasmado por la idea, en el año 1974 Salvador Dalí decidió llevar a cabo el proyecto en una de las salas del Teatro-Museo Dalí, y en 1976, para completar la instalación, Dalí y Tusquets encargaron a Llongueras la realización de la primera peluca para la Sala Mae West.

30 de diciembre de 1999. Colocación de la primera piedra del monumento a Salvador Dalí.

Un cierto aire surrealista ha presidido el acto simbólico de colocación de la primera piedra de la escultura dedicada a Salvador Dalí, celebrado hoy en Figueres. La nueva rotonda de la carretera N-II en la entrada sur de Figueres se ha convertido durante unos minutos en el escenario de la interpretación al piano de la obra Nexe, del pianista y compositor Santi Escura, junto a un ciprés de seis metros de altura, para simbolizar la próxima construcción en este mismo lugar del monumento diseñado por el arquitecto Òscar Tusquets, que consistirá en un enorme ciprés-fuente de acero de 24 metros de altura. El proyecto fue presentado el pasado 29 de noviembre en la Fundación Gala-Salvador Dalí.

El mismo Òscar Tusquets ha afirmado que "solamente a un alcalde del Alt Empordà se le podía ocurrir organizar un concierto de piano en medio de una rotonda rodeada por el tráfico". El arquitecto que ha diseñado el monumento también ha opinado que "a Salvador Dalí le habría gustado mucho este acto y también el lugar escogido para emplazar la escultura". El presidente de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Ramón Boixadós, ha explicado que este acto forma parte de la celebración del 25 aniversario de la inauguración del Teatro-Museo Dalí y que el monumento –con un presupuesto de 40 millones de pesetas financiados por la Fundación– estará acabado antes del próximo verano.

20 de diciembre de 1999. El conseller de Cultura inaugura la exposición Salvador Dalí. Sueño de Venus.

El conseller de Cultura, Jordi Vilajoana, ha inaugurado hoy la exposición Salvador Dalí. Sueño de Venus, que se podrá visitar hasta el 28 de febrero en las Nuevas Salas del Teatro-Museo Dalí de Figueres. La muestra, organizada por la Fundació "la Caixa" y la Fundación Gala-Salvador Dalí, se enmarca dentro de los actos conmemorativos del 25 aniversario de la inauguración del Teatro-Museo Dalí. Acompañaban al conseller el Alcalde de Figueres, Joan Armangué; el presidente de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Ramón Boixadós; el director del Teatro-Museo Dalí, Antoni Pitxot; y el director y la directora adjunta del Centro de Estudios Dalinianos, Fèlix Fanés y Montse Aguer, respectivamente, que han sido los comisarios de la muestra.

El Sueño de Venus es el nombre que Dalí dio al pabellón que diseñó para la Exposición Universal de Nueva York del año 1939 y que inspiraría posteriormente el Teatro-Museo Dalí. Durante el montaje del pabellón, en una explanada del barrio de Queens, el artista no se entendió con los patrocinadores que, contrariándole, rectificaron algunas de sus propuestas. De hecho, Dalí abandonó el proyecto antes de su inauguración oficial, el 15 de junio de 1939. Previamente, Dalí habâa protagonizado uno de sus célebres escándalos: el destrozo de un escaparate de los almacenes Bonwit Teller, en la Quinta avenida, y redactó el manifiesto Declaración de la independencia de la imaginación y el derecho del hombre a su propia locura, que fue lanzado sobre Nueva York desde un avión.

Mas información sobre la exposición y el catálogo

29 de noviembre de 1999. Presentación del proyecto del monumento "A Salvador Dalí", de Òscar Tusquets.

Un ciprés de 24 metros de altura, desde dentro del que brotará agua sobre un piano, conforma el monumento que ha diseñado el arquitecto Òscar Tusquets en homenaje a Salvador Dalí. La obra, con un presupuesto de 40 millones de pesetas, se empezará a construir muy pronto en la entrada sur de Figueres y se presentará durante el año 2000. Òscar Tusquets, que es patrón vitalicio de la Fundación Gala-Salvador Dalí, definió el proyecto con estas palabras:

"Esta fuente no es una obra de Salvador Dalí, es un monumento a su persona, encargado por la Fundación Gala-Salvador Dalí y es la donación que la entidad hace a la ciudad con motivo del 25 aniversario de la inauguración del Teatro-Museo Dalí.

Por tanto quiere aludir a su obra, sin pretender la reproducción directamente mimética de una determinada pintura, sino la interpretación creativa de una de las obsesiones de la obra daliniana.

Su obsesión por los cipreses, por cipreses imposibles. Obsesión que ha dado lugar a multitud de obras del Maestro y, en concreto, a una obra corpórea: el ciprés que nace de una barca, cerca de la entrada de su casa en Portlligat. Ciprés imposible, propiamente surrealista, como aquel del que surge un caballo blanco, o una extraña trompeta, o del que brota una fuente, o aquel que nace de un piano de cola..., todos ellos imaginados y pintados por Salvador.

Un gran ciprés, un ciprés de veinticuatro metros que esté en consonancia con la gran rotonda sobre la que se asienta.

Un ciprés lo bastante realista para que, desde la distancia, nos confunda por su medida: ¿se trata de una escultura o de un ciprés real?

Un ciprés del cual nazca agua, agua que caiga sobre un piano, piano que se inunde, hasta rebosar, por su lado curvo y por su teclado, encima de un estanque, estanque atrapado en el cráter que ha formado el piano al emerger del círculo de pizarra de Cadaqués que ahora lo circunda.

Realmente esta interpretación no se halla muy lejos de la que realicé hace veinticuatro años, cuando transformé la cara de Mae West en una de las salas del Museo en Figueres. Esta obra en su día tuvo la complicidad entusiasta del Maestro, razón por la cual me atrevo a imaginar que esta que nos ocupa merecería también su aprovación".

15 de noviembre de 1999. Presentación de la colección Owen Cheatham de 39 joyas y 27 dibujos de Salvador Dalí Teatro-Museo Dalí.

La última adquisición de la Fundación Gala-Salvador Dalí incluye las treinta y siete joyas de oro y piedras preciosas de la colección Owen Cheatham, dos joyas realizadas posteriormente, los veintisiete dibujos y pinturas sobre papel que Salvador Dalí realizó para diseñar las joyas y un objeto excepcional: una caja escénica con paneles de vidrio pintados por Dalí para su proyecto fílmico Babaouo. El conjunto forma una extensa colección de trabajos realizados por el artista entre los años 1932 y 1970.

La colección ha sido adquirida a una entidad japonesa por unos 900 millones de pesetas, y la negociación se cerró el pasado 28 de mayo durante un viaje a Toquio de una delegación de la Fundación Gala-Salvador Dalí, encabezada por su presidente Sr. Ramón Boixadós, que contó con el asesoramiento de dos expertos de la Asociación Española de Gemología. Durante los últimos meses, estos expertos han estado catalogando cada una de las piezas en colaboración con los técnicos del Departamento de Restauración y del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación, y actualmente se está trabajando en el proyecto museográfico para su futura exposición permanente en el Teatro-Museo Dalí.

Todas las piezas de la colección son ejemplares únicos, y la combinación de materiales, dimensiones y formas que utilizó Salvador Dalí la convierten en un conjunto irrepetible, donde el artista plasmó de forma única la riqueza de su iconografía. Oro, platino, piedras preciosas –diamantes, rubís, esmeraldas, zafiros, aguamarinas, topacios, etc.– perlas, corales y otros materiales nobles se combinan para dar forma a corazones, labios, ojos, formas vegetales y animales, símbolos religiosos, mitológicos y figuras antropomorfas. Además de concebir las formas de las joyas, Salvador Dalí también seleccionó personalmente cada uno de los materiales con que se tenían que realizar, y no sólo en función de los colores o de su valor, sino también por la significación y las connotaciones que tienen todas las piedras preciosas y los metales nobles. Algunas de las joyas que forman esta colección, como por ejemplo los Labios de rubís (1949), El ojo del tiempo (1949), El Corazón Real (1953) y El elefante del espacio (1961), entre otras, se han convertido en obras muy famosas y son consideradas tan excepcionales como algunas de sus pinturas.

Refiriéndose a estas joyas, Salvador Dalí afirmó: "Sin una audiencia, sin la presencia de espectadores, estas joyas no alcanzarían la función para la que fueron creadas. El espectador, por tanto, es el artista final. Su vista, su corazón, su mente –con una mayor o menor capacidad para entender la intención del creador– dan vida a las joyas".

La historia de estas joyas empezó en 1949. Las primeras veintidós fueron adquiridas por el millonario norteamericano Cummins Catherwood. Salvador Dalí realizaba los diseños de las piezas sobre papel, con toda clase de detalles y gran precisión de formas, materiales y colores, y la confección en Nueva York iba a cargo del orfebre de origen argentino Carlos Alemany. En 1958 fueron adquiridas por The Owen Cheatham Foundation, una prestigiosa fundación norteamericana creada el año 1934 que cedía la colección de joyas para que diversas entidades benéficas, educativas y culturales recogiesen fondos con la exposición y, finalmente, las depositó en el Richmond Museum of Fine Arts (Virginia). La colección de joyas ya fue expuesta en el Teatro-Museo Dalí de Figueres durante los meses de agosto y septiembre de 1973, un año antes de la inauguración del museo. En 1981 la colección fue adquirida por un multimillonario saudí y, posteriormente, por tres entidades japonesas, la última de las cuales es la que ha formalizado la venta a la Fundación Gala-Salvador Dalí.

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