Palau-solità i Plegamans es un municipio del Vallès Occidental, de unos 13.000 habitantes, situado a 20 km de Barcelona, y con una trama urbana establecida a ambos lados de la Riera de Caldes. Se encuentra en una zona de llanuras y colinas, en medio del típico paisaje vallesano formado por un mosaico de campos y bosques.
Se trata de una villa formada por la unión de dos antiguos núcleos: Palau-solità, de una banda|lado, y Plegamans, de la otra. Los dos cuentan con una historia eminentemente agraria, que contrasta con la actualidad, ya que en el municipio se encuentran diversos polígonos industriales que acogen empresas de muchos sectores; algunos de ellos, fuertemente innovadores. Su proximidad con Barcelona, la calidad de los polígonos industriales y de los servicios que se pueden encontrar en la villa, y las buenas comunicaciones por carretera y autopista --se encuentra junto al AP 7, a la altura de la CIMA| Vallès-- hace que muchas empresas punteras en su campo y reconocidas mundialmente hayan instalado sus sedes y/o sus centros de producción en Pala-solità y Plegamans.

El municipio, sin embargo, cuenta con otros atractivos más allá del rico tejido industrial actual. En primer lugar, se encuentra situado en unos muy valiosos parajes agroforestales, con un gran valor paisajístico y medioambiental, y donde hay diversas rutas aptas para todo tipo de persona para hacer a pie o en bicicleta. Con respecto al patrimonio, en el municipio destaca la fortaleza medieval del Castillo de Plegamans, donde|dónde se puede visitar la Fundación Folch i Torres, diversas masías y casas solariegas, entre las cuales destaca la Masía de Can Cortès, actualmente Casa de Cultura Municipal. Es una masía de grandes dimensiones, típicamente catalana. La leyenda del Puente del Diablo sitúa en esta casa a la señora que hizo cantar el gallo, haciendo creer al demonio que ya había amanecido, soltando la última piedra que necesitaba para completar el Puente del Diablo de Martorell y apoderarse así del alma de una chica. Precisamente, a poca distancia de la Masía de Can Cortès hay un menhir conocido como "la Piedra Larga". Según la leyenda, ésta es la piedra que el diablo soltó al sentir el gallo. Otra gran casa solariega, Can Maiol, edificio imponente y de gran belleza situado en la entrada del municipio, acoge el Campus Arqueológico de la Fundación Cercado, que recrea excavaciones donde se puede experimentar la arqueología. Además, Palau-solità i Plegamans cuenta con la milenaria iglesia de Santa Maria de Palau-solità, de una gran belleza y donde se puede encontrar un retablo de un gran valor artístico e histórico. Aparte de estos reclamos, la villa cuenta con una gran oferta gastronómica, con el protagonismo indiscutible de la cocina típicamente catalana y con un denso tejido comercial, muy variado y de gran calidad. Los sábados por la mañana, se celebra en la calle el Mercado Semanal, que atrae a visitantes de muchas poblaciones próximas.