Público, 02.04.2010 - Efe

Entonan el mea culpa y reconocen que apenas les prestaron socorro "por temor a dañar la reputación de la Iglesia"

Los obispos alemanes entonaron hoy un "mea culpa" por los casos de pederastia en instituciones católicas y, mientras el presidente de la Conferencia Episcopal, Robert Zollitsch, admitía que se ha prestado poca ayuda a las víctimas, otros pontífices llamaban a endurecer las normas contra ese delito. La Iglesia católica "ha reconocido los errores del pasado" y "promete en el futuro centrarse más en la ayuda a las víctimas en lugar de preocuparse tanto por su reputación", afirma Zollitsch, en un comunicado difundido con motivo del Viernes Santo por su archidiócesis, en Friburgo.

En un entorno social distinto al de ahora "no se prestó la suficiente atención a las víctimas, en parte por un temor equívoco a dañar la reputación de la Iglesia", admite el arzobispo de Friburgo, para quien ésta es "una realidad" con la que hay que enfrentarse. "Se abrieron heridas que apenas pueden ya curarse. Tanto más debemos centrarnos por ello en ofrecer toda la compasión y el apoyo posible a las víctimas", sostuvo el arzobispo, quien recalcó que los casos de pederastia "apenan, horrorizan y avergüenzan" a los integrantes de la Iglesia.

Por ese motivo, el Viernes Santo, que en la Iglesia simboliza el comienzo de algo nuevo, debe aprovecharse para "ese nuevo comienzo" que se necesita "con urgencia", apunta Zollitsch. La reacción del arzobispo, quien hace unas semanas fue recibido en audiencia en el Vaticano por el Papa Benedicto XVI, se inscribe en la línea de la mayoría de las diócesis alemanas, que rezarán en los oficios de hoy por las víctimas de los abusos sexuales.

Los pederastas "traiciona el Evangelio"
El antecesor de Zollitsch al frente de la Conferencia Episcopal, el obispo de Maguncia Karl Lehmann, afirmó en su sermón que los pederastas "traicionan y debilitan el Evangelio de Jesucristo". Lehmann recordó que, en el seno de la Iglesia católica, el término traición remite primero "a Judas, aunque claramente éste no fue el último traidor".

Por parte del obispo Stephan Ackermann, nombrado por Zollitsch coordinador de la Iglesia Católica para el esclarecimiento de los casos y asistencia a las víctimas, pidió un endurecimiento de las normas contra los abusos sexuales. "Cuando se da un abuso, hay que pedir un informe forense sobre su autor, independientemente de si el caso ha prescrito o no", afirma, aunque deja en el aire si la Iglesia debe denunciar o no toda sospecha a la fiscalía: "Sobre esto, hay mucho que discutir aún".

En su última asamblea, celebrada bajo el impacto del escándalo de pederastia, la Conferencia Episcopal acordó que debía informarse a la justicia caso de sospecha "grave", no ante cualquier indicio, como piden organizaciones laicas y estamento político.