Nuevo comienzo: El guadiana está fuera de la fortaleza. Sabe mal, porque el agua que aporta fluye, aumenta la calidad de vida, es necesaria. Necesaria, pero no imprescindible. En los tramos en los que desaparece, se le echa más de menos que si no hubiera aparecido nunca. Después de intentar en repetidas ocasiones recuperar el agua en los tramos de invisibilidad sin éxito, hoy han decidido ampliar el territorio fortificado, y dejar el Guadiana fuera. A ver si así logran sobrevivir. Un nuevo estilo de vida, doloroso al principio, pero esperan que más seguro después. Han aprendido que las cosas no son lo que parecen, que lo que parecía seguro y transparente al final quizás no lo era.En la última guerra, las aguas del guadiana desaparecieron, y murieron varios hombres por deshidratación. Este último abandono, que ha sido entendido como una traición, ha hundido a los ciudadanos de la fortaleza. Ahora han dejado de luchar. Se sienten mal, no saben si es la decision correcta. Se sienten incluso desamparados. El Guadiana no hacía mucho que les acompañaba en su camino diario, pero ellos tenían la sensación que era toda una vida de apoyo incondicional. Pero ahora da lo mismo. Han dejado de ser luchadores para convertirse en supervivientes.
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