Sábado, 22 Agosto 2009...1:09 pm

La Plaza ‘Dones del 36′ y la guerra de las banderas… ilegales

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Martes 18 de agosto. Con un calor insoportable en Barcelona y en plena Fiesta Mayor de Gracia, en el barrio se disponen a inaugurar en una nueva plaza, insulsa y fea como la mayoría. No sé si tan insulsa e inexpresiva como el nombre que endosan, “Dones del 36”. Supongo que ya estarán buscando emplazamiento para otra plaza fea e insulsa con el nombre de “Homes del 36”. ¿No habíamos quedado que éramos todos iguales y sin discriminaciones? Por lo visto ya incluso se discrimina entre las mujeres, porque evidentemente aquí no se rinde homenaje a todas las mujeres del 36.

16082009_002.jpgHasta ahora todo sigue el guión del catalanismo político autodenominado de izquierdas, de elogiar un tiempo pasado que acabó siendo nefasto para el país. Niños disfrazados de no sé qué por aquí, protestas de no sé quién por allá, pero lo importante pasará en el estrado. Un estrado para los oradores y, para presidir el acto simbólicamente, una bandera catalana y una republicana, ésta última la única enseña nacional española que está permitido poner en estos lares. Hasta que llega el presidente del Distrito de Gracia y (con un par) piensa que hasta aquí hemos llegado y que ni republicana ni leches y coloca encima una “estelada”; que la bandera republicana es también española y eso es inadmisible en Gracia. La calle es mía, Gracia es mía. Para eso soy el presidente del distrito (no piensa ni por un segundo que el cargo que ostenta tan patéticamente como puede y le dejan es sólo honorífico y sin tarea ejecutiva alguna).

Pero en el acto entra en acción un concejal de IC-V, por lo visto el único republicano con mando en plaza, y quita la “estelada” que tapaba la tricolor y se arma una trifulca. Ahora que parecía que las fiestas estaban siendo más pacíficas de lo habitual, toman el relevo desde el Ayuntamiento y montan la tangana unos cargos electos. Desprecios, amagos y actores secundarios separando a los contrincantes. No se dan cuenta, pero están a punto de hacer una recreación viviente del 36, que es de lo que va el acto. 780_008_2707940_75947a08943531cb02a8f0e2ccafca17.jpg

A palo limpio. Pero como casi nunca llega la sangre al río, por arte del entente la inauguración acaba con tres banderas colgadas, a saber: la “estelada”, la tricolor de la República Española y la de Cataluña… que pasaba por allí.

Conclusión: de todas las banderas oficiales del Distrito, que son cuatro (España, Cataluña, Barcelona, Gracia), aquí solo hay una, pasándose por el arco del triunfo las otras tres y colándose en el esperpento oficial dos de las tres que sólo sirven para manifestaciones o para salir en TV3.

El personaje en cuestión de toda esta farsa es un tal Ricard Martínez, concejal presidente del Distrito de Gracia y uno de los hispanofóbicos más conocidos del Ayuntamiento. Es el mismo que con inusual desparpajo tanto llama a la Guardia Civil fuerzas de ocupación extranjeras en Cataluña como se niega a colocar la bandera española de la sede del Distrito. Por lo visto, por allí por donde él pasa, la bandera constitucional de España desaparece. La obligatoriedad legal de que esa bandere ondee en los edificios oficiales la conoce sobradamente, pero ¿sabrá también que, según las encuestas, que ellos mismos realizan, solo el 12% de los barceloneses dice no sentirse español? Tiene impunidad política para saltarse las leyes.

 

La pregunta que nos deberíamos hacer es a qué se debe que en el distrito barcelonés de Gracia, un personaje como éste llegue a tales cotas de poder cuando su partido, ERC, en las últimas elecciones municipales de 2007, fue solo la cuarta fuerza más votada (y superando en apenas 100 votos al Partido Popular).

La única respuesta la debemos buscar donde siempre, que es en el PSC y su absoluta falta de compromiso con las leyes y sus ciudadanos. Tolera la intolerancia y discrimina todo aquello que no le comporte la continuidad en el 2011. Administra el apaciguamiento para tener la fiesta en paz sin ser capaz de imponer las normas que democráticamente nos hemos impuesto y decirle al señor Martínez que ya está bien la broma y que se vaya a su casa. No se ve en el PSC la misma voluntad de los socialistas vascos que, además de no demonizar al PP con pactos como el del Tinell, han comenzado a desalojar de la vía pública y de las instituciones a los intolerantes que no acaten las leyes.

 

Nico Ortiz

6 Comentarios

  • Una crónica fiel de unos hechos que amenazan con repetirse, para des-Gracia del conjunto de la ciudadanía. Chapeau, Nico.

  • ¡Qué valor tienes, Nico, para meterte en esos “fregaos”! Siguen la misma consigna que los de ETA y simpatizantes: “La calle es nuestra”. Mientras el PSC esté en el poder, lo consentirá todo.

  • Gracias Nico, por tu cronica comentando lo que tenemos y anunciando la que se nos viene encima. Quien gobierna, a “trincar” con toda su “troupe” y a mantener el status que le consiga continuidad. El Sr. Martinez, como el más eficaz de los conversos, se ha autoimpuesto como el Cromwell de la “mesa del huevo estrellado” y nos ha dado una magistral lección de su manera de entender la democracia.
    PD: No salimos del 36.

  • A veces me siento de los “últimos de Filipinas”, con un claro matiz que lo distingue: estoy en mi propio país.
    Alguien habló de la “España invertebrada”, creo que fue Ortega y Gasset -qué piquito tenía el hombre-. Desde hace ya mucho tiempo, esa invertebración es un hecho, se practica, mejor sería decir, se adoctrina, desde la sinrazón, en las escuelas, aquélla que debería servir para formarnos y hacernos mejores personas; educadas en la libertad y el respeto hacia los demás. Me avergüenza el cobarde conformismo de muchos progenitores que, asumen, impávidos, las enseñanzas “coránicas” de unos pocos visionarios, buscadores de lo diferente, el imperio imaginario, el que nunca existió.
    Sus verdades, lo son en lo absoluto, dogma de fe; cualquier criterio discordante, es asumido como una ofensa a los principios fundamentales de su particular seny.
    Su arma preferida, la servidumbre a la que tiene sometida al ejército de aduladores, entre los que se encontrarían periodistas, escritores, intelectuales y demás gente de baja catadura moral; acostumbradas a comer en el pesebre “nazionalista”. Esa gente que anda por la vida con su caminar gusanero, arrastrándose con prestancia hasta la próxima muda. Esta sinrazón seguirá asentada con inquina en nuestra sociedad, si no se pone freno al flujo que discurre con libertinaje inquisitorial entre el abrevadero y la fuente que lo alimenta, el estandarte de la estrella y su decorado externo.
    Por eso me siento un inadaptado, un extraño, un especimen raro. Quizás un día sirva como decorado vistoso, de un museo que, aposentado en la vergüenza, no dudó en exponer en sus vitrinas a un ser humano, claro que, aquél era negro; conmigo lo tendrían negro porque soy blanco, aunque por dentro soy igual.
    Un saludo Ciudadano

  • Más de 30 años de inculcación de ese invento del nacionalismo obligatorio y pensamiento único, de inoculación de falsas historias y del odio a España (qué absurdo en una tierra que se llamó Marca hispánica antes que Cataluña) han producido este engendro actual en los jóvenes. La culpa la tienen los secesionistas catalanes (CiU, ERC, IV, PSC, TV3, Avui, etc), pero más culpa todavía tienen los distintos gobiernos que hemos padecido desde 1975 hasta la fecha, por no pararles los pies a los secesionistas de aldea y chiruca. Empezaron siendo pocos, pero ahora ya son bastantes. ¿Tanto cuesta aplicar las normas que utilizan los distintos países europeos para con sus regiones, departamentos o ländern?. Este Gobierno, y los anteriores han perdido la dignidad y el honor. Mi padre era comunista, pero era español hasta el tuétano. Yo no soy de ningún partido porque no me convence ninguno. Sólo sé que, nacido en Barcelona e hijo de jornaleros murcianos, me siento español hasta las cachas y cada vez más. España tiene lo que se merece, somos un pueblo enfermo. Espero que alguien nos cure.

  • Esteu tots malats, quina pena em feu… Visca Catalunya lliure!

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