Redacción
20/06/2011
El número de personas refugiadas y desplazadas internas debido a acontecimientos bélicos y desastres naturales asciende a 43,7 millones de personas en todo el mundo según el informe estadístico 2010 publicado hoy, 20 de junio, coincidiendo con el
Día Mundial del Refugiado.
El
informe anual del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) refleja una cifra récord desde principios del siglo XXI, que roza los 44 millones, una cifra similar a la población de Corea del Sur. De ellos, 15,4 millones de personas abandonaron sus países, 27,5 millones fueron desplazados de sus hogares y 850.000 personas pidieron asilo.
El 30% del total mundial de refugiados provienen de Afganistán, un país sometido de forma casi ininterrumpida a 30 años de conflicto armado que ha provocado que tres millones de afganos vivan fuera del país en 2010. Los iraquíes constituyen el segundo grupo más numeroso de refugiados y los somalíes el tercero.
Pakistán lidera el ranking de país con más refugiados. Su amplia y porosa frontera con Afganistán la convierten en la principal receptora de sus refugiados. Le siguen la República del Congo, Kenia, Chad, Siria, Etiopia y Bangladesh como los países que más refugiados acogen en su territorio.
A pesar de la percepción desde Europa de estar siendo inundada por las oleadas de refugiados, el estudio revela que en realidad el 80% de la población mundial de refugiados vive en un país en desarrollo.
Desde ACNUR se pide que los países industrializados hagan más esfuerzos para soportar la carga de los refugiados ya que tienen más medios. Los datos demuestran que son los países más pobres los que acogen mayor población de refugiados y ello repercute directamente en su desarrollo económico.
En 2010 menos de doscientas mil personas ha podido regresar a su país de origen, es el número más bajo desde 1990. En cambio aunque el número de desplazados ha aumentado, su regreso también. Se calcula que 2,9 millones de personas desplazadas dentro de su país han podido regresar a sus hogares.
El informe no contempla la situación creada durante la primavera de 2011 por las llamadas revoluciones del jazmín en el mundo árabe, que ha provocado miles de refugiados en Libia y Costa de Marfil.
