Redacción
11/07/2011
El ejército de Pakistán se ve capaz de proseguir la lucha contra los talibanes a pesar del recorte de la ayuda norteamericana. Estados Unidos ha confirmado que reducirá en 800 millones de dólares la asistencia militar a Pakistán, prácticamente un tercio del presupuesto anual.
Washington ha justificado su decisión asegurando que aunque Pakistán es un aliado importante en la lucha contra el terrorismo, existen “dificultades” en las relaciones que obligan a repensar la situación.
La detención de Bin Laden en Pakistán, viviendo en Abbottabad al lado de una academia militar y no en una cueva en las zonas tribales, ha provocado interpelaciones en el Congreso norteamericano sobre la efectividad de los fondos para asistencia militar que recibe el gobierno pakistaní.
La semana pasada la cámara de representantes norteamericana aprobó el proyecto de ley de presupuesto del Pentágono que limita los fondos para Pakistán hasta que los secretarios de Defensa y de Estado presenten sendos informes explicando cómo se utilizará el dinero.
Desde Pakistán, el portavoz del ejército, Athar Abbas, ha asegurado que el recorte de la ayuda militar norteamericana no afectará a su
capacidad para luchar contra los talibanes.
El
recorte también se interpreta como una forma por parte de Washington de presionar ante las dificultades que últimamente Islamabad está poniendo a su personal, también como consecuencia de la operación llevada a cabo para detener a Osama Bin Laden en suelo pakistaní.
Las relaciones entre los dos países se han ido deteriorando. Pakistán ha expulsado a más de cien instructores militares norteamericanos y ha amenazado con cerrar una base de la CIA.
Hasta ahora Pakistán recibía unos 2.000 millones de dólares al año en ayuda militar. Parte del recorte afectará a la ayuda destinada a compensar a Pakistán por el despliegue de cerca de cien mil soldados en la frontera con Afganistán y a los programas de formación y equipos militares.
La
prensa de Pakistán destaca que India, el eterno enemigo, se congratula de la suspensión de la ayuda militar norteamericana. El ministro de Exteriores indio ha asegurado que no era deseable el despliegue de fuerzas estadounidenses que ponían en peligro el difícil equilibrio regional entre India y Pakistán.