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Con las cenizas de coches y edificios aún calientes, la Policía londinense miró rápidamente a Twitter en busca de respuestas. Su utilidad como herramienta de movilización social es conocida: las revueltas árabes o el 15-M español encontraron en la brevedad y la facilidad de propagación de esta red social un medio ideal para convocar manifestaciones y difundir información. La Policía Metropolitana anunció que quien haya incitado a la violencia en un mensaje público de Twitter puede ser procesado, y los investigadores saben que la apertura de la red social, cuyo contenido está en su mayoría disponible para cualquier internauta, puede facilitar mucho su trabajo. Pero los alborotadores londinenses también lo saben, y para no poner las cosas tan fáciles han optado por un medio mucho más restringido: la Blackberry, el teléfono de última generación más popular.
Su sistema de mensajería es idóneo para garantizar privacidad. Cada Blackberry tiene asignado un número identificador. Para que un usuario pueda contactar con otro necesita saber ese número. Además, los mensajes no se mueven por la red telefónica, sino a través de internet. Esto implica, por una parte, que el envío sea gratuito, lo que garantiza una gran facilidad de propagación. Y por otra, que el rastro de las conversaciones sea mucho más difícil de seguir, ya que la comunicación digital deja muchas menos huellas que la telefónica. A ello hay que añadirle que un 37 por ciento de los jóvenes británicos dueños de un teléfono de última generación poseen una Blackberry.
Todo esto permite un sistema de comunicación anónimo y a múltiples bandas: un usuario envía un mensaje a todos sus contactos, y estos, a su vez, lo reenvían a los suyos. Es una versión mejorada del clásico «pásalo» de los mensajes de móvil, usados para convocar las protestas frente a las sedes del PP los días previos a las elecciones de 2004.
El diario británico The Guardian ha desvelado uno de los mensajes que se pasaron los alborotadores, organizando una quedada para saquear Oxford Circus —en el centro de Londres—: «¡Vamos a hacer pedazos las tiendas, así que venid y coged algo gratis!», reza el texto, que añade que hacen falta más personas que policías para que «todo el mundo se vuelva loco», e incluso incita a disparar a los agentes.
Research in Motion (RIM), la empresa fabricante de Blackberry, anunció ayer que cooperaría con la Investigación policial, aunque sin especificar cómo. En respuesta, un grupo «hacker» accedió a su blog oficial y dejó un mensaje amenazador, advirtiendo que si RIM facilita a los investigadores información privada —registros de conversaciones, localizaciones por GPS, información de los consumidores, o acceso a las cuentas de chat—, usuarios «inocentes» de Blackberry podrían sufrir tarifas adicionales.
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