Azul

El escenario está claramente definido, la derecha gobierna mayoritariamente el ámbito municipal y autonómico hasta un extremo difícilmente imaginable. Me cuesta entender, supongo que por razones obvias, un varapalo de estas dimensiones a la izquierda. O mejor dicho, me extraña el exceso de confianza hacía la derecha. Creo que se ha hablado y escrito tanto sobre las razones que, yo, voy a abstenerme de hacerlo. Simplemente ratificar que donde el pacto ha sido posible PP y CIU han pactado por encima de cualquier otra posibilidad. En estos días nadie ha oído hablar de catalanismo, ni de lengua, ni de estatuto. Nadie recuerda a ningún político de la reforzada coalición CIU reivindicar pactos en favor de los elementos centrales de la construcción nacional catalana.  Parece que el debate en este frente sirve para alimentar pasiones y alimentar el banco de votos pero poco más. Tal vez CIU quiera ser el único garante de estas esencias y expulsar el resto de sensibilidades políticas lo convierta en único depositario de este sentimiento y de los millones de votos que lo avalan... quizás, aunque las evidencias puedan no ser tan claras. En el futuro próximo, el "albiolismo" y una nueva sociedad más radicalizada garantiza poco margen para conducir rebaños a golpe de titular como sucedía en otras épocas. 

En el corto plazo, la necesidad de reactivar la economía y afrontar la creciente demanda de servicios sociales, obligará a definir una praxis política que dejará en evidencia determinadas ambivalencias y mucho me temo, que el "todo va mal" impuesto en estas últimas campañas va ha convertirse en: "esto podía ir peor". Si! alimentar el descontento es fácil. Votar en "contra de" también, construir una alternativa no lo es tanto, y la realidad puede convertirse en un Boomerang que atiza donde más duele,  delante de un mapa político que en menos de una década ha mudado de color dejándolo tan azul que parece el Mediterráneo.