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Las quinielas, como las encuestas, forman parte de la dieta previa a las elecciones. Los posibles nombres de los futuros miembros del Gobierno han saltado de boca en boca en las últimas semanas, ante el regocijo de Mariano Rajoy, que desde luego no ha soltado prenda. En todo caso, una manera segura de no equivocarse es dirigir el objetivo al equipo de máxima confianza del presidente del PP, el que le ha acompañado en los momentos de subida imparable hasta el momento de la votación, pero también el que le apoyó tras la derrota en las urnas de 2008, cuando su liderazgo era cuestionado por sectores de su partido. En ese equipo ocupa un lugar principal la secretaria general del PP, y desde mayo presidenta autonómica de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Seis meses después de ese otro cambio histórico, en este caso en una región que sólo había conocido gobiernos socialistas, Cospedal ha dejado claro que no entra en sus planes dejar el Ejecutivo autonómico para entrar en el Gobierno de Rajoy. La «número dos» del PP también ha salido consolidada en estas elecciones, por la mayoría de los «populares» en su Comunidad.
Quien sí tiene muchas papeletas para entrar en el Gobierno de Rajoy es Soraya Sáenz de Santamaría, portavoz en el Congreso durante la pasada legislatura, y «preparadora» de su jefe político en los grandes debates que ha mantenido, tanto en el Parlamento como en otros ámbitos (el último fue el televisado frente a Rubalcaba). Santamaría ha formado, además, una dirección en el grupo parlamentario que ha sido la proa del PP en la oposición económica durante los últimos años.
En primer lugar se encuentra Cristóbal Montoro, obsesión del PSOE, y en concreto del presidente del Gobierno (ya en funciones), José Luis Rodríguez Zapatero, desde que alertó a todos los españoles del riesgo de llegar a los cinco millones de parados. Los socialistas se burlaron de él y de su tono apocalíptico. Lamentablemente, el tiempo le ha dado la razón. Montoro ha explicado la crisis desde la tribuna del Congreso sin medias tintas, sin disimulos y sin falsos optimismos. Tiene a su favor que el devenir de la crisis ha ido confirmando sus análisis, y algunas de sus medidas propuestas han acabado adoptándose. Fue ejecutor directo de la reforma constitucional exprés que incluía el principio de estabilidad presupuestaria, como reclamaba desde hacía años.
Aquellos «brotes verdes»
Pero Montoro no ha estado solo en esa oposición económica. Junto a él, Fátima Báñez y Álvaro Nadalhan completado el equipo encargado de desmontar las tesis socialistas sobre los «brotes verdes» y la siempre inminente creación de empleo en España. También en la dirección del grupo parlamentario, el papel de José Luis Ayllón (el secretario general), diputado por Barcelona, ha sido fundamental en la estrategia del partido.
En el núcleo duro de Génova ha cobrado fuerza especial la directora de campaña del PP, Ana Mato, elogiada por sus compañeros por el resultado de su estrategia: ni un paso atrás, sin entrar en provocaciones y sin «peleas». El buen resultado obtenido anoche confirma su «cotización» al alza dentro del partido.
Muy cerca de Rajoy desde sus tiempos de Pontevedra se encuentra Ana Pastor, una «fija» en toda quiniela que se precie sobre políticos llamados a estar en el círculo más próximo al futuro presidente del Gobierno. Pastor trabajó con Rajoy en todos los ministerios por los que pasó con Aznar, hasta que ella fue nombrada ministra de Sanidad. Otro imprescindible en el «núcleo duro» de Rajoy es Esteban González Pons, el vicesecretario de Comunicación encargado de llamar al pan pan y al vino vino y especialista en el combate directo, pese al desgaste que produce el papel de «malo» en un partido.
El ex ministro Miguel Arias Cañetetambién ha estado en el equipo de Rajoy a las duras y las maduras. Su perfil económico y europeísta le da muchos puntos para tener un papel destacable en el futuro inmediato. Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid y «estrella» en el debate electoral a cinco esta campaña, aparece en la parrilla de salida en los nombramientos que se avecinan. El portavoz de Justicia, Federico Trillo, nunca deja de estar en boca de todos. Y en el equipo de Rajoy falta otra pieza esencial: su directora de Comunicación, Carmen Martínez Castro.
