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—¿Cree usted que Alfredo Pérez Rubalcaba debe ser el portavoz del Grupo Socialista en el debate de investidura de Mariano Rajoy?
—Políticamente, eso sería lo razonable en ...
—Pero en la reunión de la Ejecutiva Federal en Ferraz no ha quedado claro. Y Zapatero tampoco ha dicho que no iba a dar su opinión...
—Es que si no es Alfredo Pérez Rubalcaba habría que dar muchas explicaciones a la ciudadanía sobre por qué nuestro candidato a la Presidencia del Gobierno no es quien da la réplica al ganador de las elecciones.
—¿Ha hablado con Rubalcaba en las útlimas horas?
—Hablamos el pasado domingo antes de conocer el resultado. Estaba tranquilo por el trabajo que ha realizado durante la campaña electoral...
—¿Y después del escrutinio no han hablado?
—No, pero me consta que Alfredo tiene la conciencia muy tranquila porque se ha vaciado en defender nuestras siglas y eso no se lo podrá negar nadie en mi partido. Eso quedará ahí.
—¿Cree realmente que con 110 diputados frente a los 186 del PP, Rubalcaba puede ser un secretario general del PSOE con garantías de futuro?
—Lo que creo es que nadie puede vetarle si él decide concurrir a la secretaría general tras haber obtenido ese resultado. Dependerá de su voluntad y nadie tiene derecho a vetarlo.
—Pero el resultado es lo suficientemente malo como para que muchos en su partido se replanteen la posibilidad de auparle a la secretaría general...
—Yo creo que se ha ganado el derecho de optar. Podrá haber otros candidatos, pero nadie podrá decirle que no se presente con el argumento del resultado electoral. Dependerá de él y de nadie más.
—¿Qué características deberá tener el próximo secretario o secretaria general del PSOE?
—Yo no creo en lo de la biología ni en que tenga que tener una características determinada, joven, viejo o mujer. Sí deberá tener el coraje suficiente para explicar a los militantes y a todo el partido que está absolutamente comprometido con estas siglas y con la difícil travesía que nos queda por delante. Decir a todos que no va a ser fácil ese camino. Eso tiene que tenerlo claro.
—Pero tras la experiencia de Rubalcaba, si el secretario general es otro tendrá que ser alguien joven...
—Es que yo soy de la teoría de que esta crisis se va a llevar a varios gobiernos por delante. Así que lo de más joven o más viejo tiene una importancia relativo.
—¿Coincide con Carme Chacón en que nadie se atreverá a vetarla por ser mujer y catalana?
—Por supuesto. En mi partido, y así interpreté yo sus palabras, nadie va a vetarla por eso. A ver quien se atreve...
—Usted se autodescartó en la noche electoral para liderar el PSOE, pero sabe que es uno de los nombres que «suenan» en las quinielas. Si alguien se lo propone en serio cuando llegue el momento, en el 38 Congreso de febrero ¿usted que dirá?
—Pues a quienes me vengan con esa propuesta les diré que es un error. Yo siempre he estado dispuesto a ayudar a José Luis Rodríguez Zapatero y a quien sea el próximo secretario general del PSOE. Pero estoy dispuesto a hacerlo en la sombra, aconsejando al que llegue. Mi única aspiración es ser reelegido secretario general del PSOE extremeño y a volver a gobernar cuando los ciudadanos quieran.
