"pet causes"
“El marido de Isabel se escapa un momento del parque de bomberos para decir a los periodistas algo que le reconcome: "Tanta ponzoña con el terrorismo? ¿Y nosotros? ¿Qué clase de víctimas somos?". Esto lo dice un hombre cuya cuñada murió a manos de su pareja. Pero, ¿por qué llamarle “ponzoña” a la presencia del terrorismo en los medios, imagino que el de ETA? ¿Es resentimiento ante la atención que merecen unos crímenes frente a otros? ¿O es que ha calado demasiado hondo esa "politización" de la que son acusadas algunas de sus víctimas? El campo está realmente emponzoñado cuando Montserrat Comas, directora del Observatorio para la Violencia de Género osa manifestar: "Sería impensable que durante el año pasado hubiéramos soportado 68 muertos de ETA; la masa ciudadana no lo toleraría. Todavía falta una mayor solidaridad y reacción social ante la violencia contra las mujeres. Que hablen los familiares. Y que no se olvide cada crimen". Hubo muchos más, señora. En
1980 ETA mató a 99 personas y fueron sólo noticia en algún rincón secundario de los periódicos. Nadie les hacía entrevistas a las viudas y huérfanos en un cuadernillo de papel satinado. Hay algo muy perverso en llamar la atención sobre una lacra criticando la justa presencia (al fin) de la otra. Y con esa torpeza. Una torpeza propia de los que favorecen unas más que otras, las que les son ideológicamente más útiles, las que Sowell y otros llaman muy agudamente “pet causes”.