Que un centro tenga tres docentes de baja, el número mínimo que exige el departamento de Enseñanza para enviar un sustituto inmediatamente, puede parecer una situación fácilmente asumible por el cuerpo de profesores. Pero si la escuela es de una sola línea, como el CEIP La Mar Bella del barrio barcelonés del Poblenou, y la plantilla docente está formada por sólo 15 maestros, las bajas se convierten en el 20% del profesorado, y la calidad educativa, mientras no llegan los sustitutos, se resiente. Así lo ve, al menos, Anna Marco, jefe de estudios de La Mar Bella y superviviente del virus que comportó la baja de unos cuantos maestros en su escuela y que, en consecuencia, hizo experimentar a la plantilla docente los efectos del nuevo sistema de contratación de sustitutos.

A raíz de un decreto del Ministerio de Educación que data del mes de abril, desde que empezó el actual curso las bajas en los centros públicos solo se cubren si son de más de 10 días -a no ser que haya tres bajas o más -, una medida que perjudica sobre todo a los centros más pequeños, como La Mar Bella, que goza de menos flexibilidad a la hora de reestructurar sus horarios. En su caso, tres maestros se pusieron enfermos con sólo dos días de diferencia, y el departamento tardó cuatro días hábiles en sustituir a uno de ellos. "El sustituto no llega al día siguiente de la baja, como se dice, sino al día siguiente de los nombramientos, que son dos veces por semana", explica Marco. Aparte de esta cobertura, hasta ayer en la escuela aún faltaban las otras dos bajas por cubrir -a la espera de cumplirse los 10 días-, sumadas a la de la Técnica de Educación Infantil (TEI), que también estaba enferma pero que no forma parte de la plantilla. "Ninguna clase se queda sin atención, porque entre todos los maestros ocupamos las vacantes, pero la gran perjudicada de esta situación es la atención a la diversidad: no quedan docentes para los desdoblamientos de inglés o de laboratorio, los refuerzos o el apoyo a alumnos con necesidades educativas especiales ... ".

Para denunciar esta situación, los padres y madres del centro, agrupados en torno al AMPA, han realizado esta semana un envío de cartas masivo al Consorcio de Educación de Barcelona -el órgano que gestiona los nombramientos-, pero de momento no han obtenido respuesta.

La vocación para combatir al cansancio

La presidenta del AMPA de La Mar Bella, Marta Aragón, también es maestra de educación primaria en otra escuela, y asegura que la implantación del nuevo sistema tiene un efecto contrario al que el departamento podía esperar. "Quizá lo que querían con este decreto era evitar que la gente se tomara bajas sin justificar, pero lo que están consiguiendo es que algunos maestros asistan algo enfermos al trabajo para no perjudicar a sus compañeros", asegura. En las escuelas, cuando un docente se pone enfermo, no suele ser el único, sino que se contagian unos cuantos -también los niños. "Esto genera una situación de desazón y de cansancio que, aún sin dejar a los niños y niñas sin cuidado -insiste Marco- sí que altera las clases".

La medida ha sido una de las más criticadas por los sindicatos, que de manera unitaria y en varias ocasiones han denunciado no sólo sus consecuencias, sino el marco de precariedad laboral en el que se aplica. Una vez se dan las condiciones para que el departamento cubra las bajas, los sustitutos se incorporan al trabajo con la jornada y el sueldo reducidos al 85%. Este ahorro por parte del departamento -una "miseria", según los sindicatos- se añade al 50% del sueldo que deja de percibir el maestro que está de baja durante los tres primeros días, aunque luego pasa a cobrar el 70 % -hasta los 21 días, cuando vuelve a cobrar la jornada íntegra.

Primera reacción de Enseñanza ante la presión

El masivo envío de cartas por parte del AMPA de La Mar Bella al Consorcio no ha servido -por ahora- de nada, pero desde el departamento que dirigía, hasta hace un mes, la consellera Irene Rigau, sí se han hecho concesiones ante la presión ejercida por muchos centros a raíz de la aplicación de este decreto. Desde la Dirección General de Profesorado y Personal de Centros Públicos se anunció hace dos semanas una resolución que hacía, según el mismo órgano, la normativa "más receptiva", más sujeta a criterios pedagógicos.

La resolución se centraba sobre todo en ampliar los nombramientos en casos de simultaneidad de incidencias, precisamente el caso de La Mar Bella, pero aún así la escuela primaria del Poblenou no se hubiera beneficiado de los cambios. En el caso de los centros de menos de 20 maestros -también en las escuelas rurales, de educación especial y los institutos de menos de 12 grupos-, la sustitución se cubre el primer día siempre que haya dos o más bajas de entre 5 y 10 días y una de más de 10. No era el caso, pues, de La Mar Bella, porque uno de los maestros de baja lo estaba por menos de cinco días.

Que un centre tingui tres docents de baixa, el nombre mínim que exigeix el departament d’Ensenyament per enviar-hi un substitut immediàtament, pot semblar una situació fàcilment assumible pel cos de professors. Però si l’escola és d’una sola línia, com el CEIP La Mar Bella del barri barceloní del Poblenou, i la plantilla docent està formada per només 15 mestres, les baixes esdevenen el 20% del professorat, i la qualitat educativa, mentre no arriben els substituts, se’n ressent. Així ho veu, almenys, Anna Marco, cap d’estudis de La Mar Bella i supervivent del virus que va comportar la baixa d’uns quants docents a la seva escola i que, en conseqüència, va fer experimentar a la plantilla docent els efectes del nou sistema de contractació de substituts.

Des que va començar el curs, arran d’un decret del Ministeri d’Educació que data del mes d’abril, les baixes als centres públics no es cobreixen fins al cap de 10 dies –a no ser que hi hagi tres baixes o més–, una mesura que perjudica sobretot als centres més petits, com la Mar Bella, que tenen menys flexibilitat a l'hora de reestructurar els horaris. En el seu cas, tres mestres es van posar malalts en només dos dies de diferència, i el departament va tardar quatre dies hàbils en substituir-ne un. “El substitut no arriba l’endemà de la baixa, com es diu, sino l’endemà dels nomenaments, que són dos cops per setmana”, explica Marco. A banda d’aquesta cobertura, fins ahir a l’escola encara hi havia les altres dues baixes per cobrir –a l’espera de complir-se els 10 dies–, sumades a la de la Tècnica d’Educació Infantil (TEI), que també estava malalta però que no forma part de la plantilla. “Cap classe es queda sense atenció, perquè entre tots els mestres ocupem les vacants, però la gran perjudicada d’aquesta situació és l’atenció a la diversitat: no queden docents pels desdoblaments d’anglès o de laboratori, pels reforços, el suport a alumnes amb necessitats educatives especials...”.

Per denunciar aquesta situació, els pares i mares del centre, agrupats entorn a l’AMPA, han realitzat aquesta setmana una enviada de cartes massives al Consorci d’Educació de Barcelona –l’òrgan que gestiona els nomenaments–, però de moment no han obtingut resposta.

Las principales ciudades de Catalunya, con Barcelona como punta de lanza, clamaron ayer al unísono en contra de los recortes sociales: los de la Generalitat, los del Gobierno central y los que dicta la Unión Europea. Un 85% de los trabajadores secundó la jornada huelga general, según los sindicatos, y cientos de miles de personas salieron a la calle por la tarde para engrosar las concentraciones masivas y pacíficas que colapsaron el centro de las ciudades catalanas. En Tarragona se vivió uno de los incidentes más destacados al recibir un niño de trece años un golpe de porra por parte de un Mosso d’Esquadra. En Barcelona, una manifestación alternativa finalizó con cargas policiales, un mosso atropellado por una furgoneta del propio cuerpo policial y decenas de detenidos y heridos.  

El paro fue generalizado en la industria, donde el 95% de los trabajadores lo secundó, y en el ámbito del sector público el apoyo a la huelga también superó el 80%, según datos de CCOO y UGT. En menor medida, los autónomos también se sumaron a la jornada, con un 68% de seguimiento, y el pequeño comercio registró un paro desigual, en función de las zonas y municipios. Al acabar el día, la Generalitat hizo público su balance de seguimiento de la jornada, de tan solo el 17%, radicalmente inferior al de los sindicatos.

Manifestación amplia y pacífica en Barcelona con altercados al final

"No ens ho hem ni plantejat", explica Montserrat Ymbert, cap d'estudis del CEIP l'Amistat de Figueres (Girona). "Si l'objectiu de la carmanyola era que les famílies estalviessin, el seu ús suposa tot el contrari", constata Ymbert. Al final, portar el menjar de casa amb l'anomenat tupper surt més car. Al preu que li costa a cada família preparar el menjar, cal afegir-hi la taxa del servei de menjador, d'entre dos i tres euros –el 50% del menú–, que serveix per sufragar les despeses de manteniment i monitoratge. Sense comptar que, en alguns centres, com a l'Amistat, caldria adquirir les infraestructures necessàries que estableix la Generalitat –microones i neveres a part de les ja existents–, una despesa que els col.legis haurien de negociar amb les famílies interessades. Per aquests motius, passats dos mesos de l'inici del curs escolar, la presència de carmanyoles a les escoles és gairebé inexistent.

Des del Departament d'Ensenyament de la Generalitat no disposen de dades que reflecteixin la utilització de les carmanyoles, però són significatius els comptes de la patronal d'empreses Acellec, que gestiona el menjador de prop de 510 escoles a tot Catalunya. "Podria comptar amb els dits d'una mà els centres que ens han demanat que incorporem les carmanyoles", assegura Pep Montes, gerent de la patronal. "En el seu moment es va generar un debat sobredimensionat al voltant dels tuppers, i ara ho podem comprovar perquè la seva incidència en els centres és anecdòtica", conclou Montes.

En això coincideixen amb la Federació d'Associacions de Pares i Mares de Catalunya (Fapac), des d'on afirmen que només en algunes escoles rurals i en algunes concertades els nens van al menjador amb la carmanyola. Ester Fernández, responsable de la comissió de menjadors de la federació, considera que "aquesta mesura hauria estat comprensible per als instituts, ja que no necessiten tants monitors, però aquest mateix curs han adoptat la jornada intensiva". Certament, en el 70% dels instituts catalans es donen totes les classes al matí.

Una "cortina de fum" per no parlar de les beques

No només el gerent d’Acellec creu que el debat sobre les carmanyoles va ser exagerat. També ho veu així Fernández, encara que va un pas més enllà. Veu sospitós que la Generalitat accedís de sobte que a les escoles es permetés l’ús de la carmanyola quan les associacions de pares, segons Fernández, fa anys que volen seure amb el departament per parlar de la situació dels menjadors. "Va ser una cortina de fum per amagar el veritable debat, que és el de les beques menjador insuficients", apunta.

En un context de crisi en què més d'un 20% de la població viu per sota del llindar de la pobresa, les beques menjador esdevenen la garantia d'un menjar nutritiu al dia, però les beques no arriben per a tots. A la comarca del Baix Llobregat –les administracions comarcals són les encarregades de repartir les ajudes–, per exemple, el president del consell comarcal, Joaquim Balsera, va admetre recentment que de 7.494 sol.licituds només van poder abastar 5.466. "El total d'alumnes que reben beques és el mateix que fa tres anys, al voltant de 61.000, però la situació ha canviat molt per a les famílies", sentència Fernández.

A més, la Generalitat encara deu part de les beques a les empreses proveïdores, que són les que en última instància es fan càrrec dels impagaments dels ajuts. Al setembre s'havia pagat el 70% de la partida de beques del passat curs, un retard que, segons Montes, ha deixat en una situació difícil moltes de les empreses.

Menys nens als menjadors

"Cada vegada hi ha més pares o mares que es queden a l'atur i poden portar els seus fills a dinar a casa", explica Montserrat Ymbert. Al centre l'Amistat aquest curs hi ha menys alumnes al menjador que l'anterior, cosa que passa a tot Catalunya. En total, segons els càlculs d’Acellec, l'ús del menjador escolar s'ha reduït en un 30% en els últims dos anys –això sí, comptant que en molts instituts ja no es fa classe a la tarda. Això demostra, segons Ymbert, que la carmanyola no és la solució per a les famílies que pateixen problemes econòmics. També ella creu que les beques menjador són l'única garantia d'un àpat saludable al dia.

“No nos lo hemos ni planteado”, cuenta Montserrat Ymbert, jefa de estudios de la escuela CEIP l’Amistat de Figueres (Girona). “Si el objetivo de la fiambrera era que las familias ahorraran, su uso supone todo lo contrario”, constata Ymbert. Al final, llevarse la comida de casa con el llamado tupper sale más caro. Al precio que le cuesta a cada familia preparar la comida, hay que añadirle la tasa del servicio de comedor, de entre dos y tres euros –el 50% del menú–, que sirve para sufragar los gastos de mantenimiento y monitoraje. Sin contar que, en algunos centros, como en l’Amistat, habría que adquirir las infraestructuras necesarias que establece la Generalitat –microondas y neveras aparte de las ya existentes–, un gasto que los colegios tendrían que negociar con las familias interesadas. Por estos motivos, pasados dos meses del inicio del curso escolar, la presencia de tarteras en los colegios es casi inexistente.  

No disponen en el departamento de Enseñanza de la Generalitat de datos que reflejen la utilización de las fiambreras, pero son significativas las cuentas de la patronal de empresas Acellec, que gestiona el comedor de cerca de 510 escuelas en toda Catalunya. “Podría contar con los dedos de una mano los centros que nos han pedido que incorporemos las fiambreras”, asegura Pep Montes, gerente de la patronal. “En su momento se generó un debate sobredimensionado alrededor de los tuppers, y ahora lo podemos comprobar porque su incidencia en los centros es anecdótica”, concluye Montes.

En ello coinciden en la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Catalunya (FAPAC), desde donde sostienen que solo en algunas escuelas rurales y en algunas concertadas los niños acuden al comedor con su fiambrera. Ester Fernández, responsable de la comisión de comedores de la federación, considera que “esta medida hubiera sido comprensible para los institutos, puesto que no necesitan tantos monitores, pero este mismo curso han adoptado la jornada intensiva”. Ciertamente, en el 70% de los institutos catalanes se dan todas las clases por la mañana.

Mentre tot apunta que la qüestió nacional serà el centre de la campanya electoral, sectors com l'educació lluiten per aconseguir presència en el debat públic després de dos anys de retallades. Per això mateix la Federació d'Associacions de Pares d'Alumnes de Catalunya (FAPAC) va organitzar un debat amb membres d'alguns dels partits que es presenten a les eleccions per posar sobre la taula les qüestions que preocupen al sector educatiu.

Sisena hora

Una de les primeres mesures que va dur a terme la darrera consellera, Irene Rigau, en entrar al departament va ser l’eliminació de la sisena hora, una hora lectiva al dia de més a les escoles públiques que servia per equivarar els seus horaris amb els de les concertades. La seva implantació, a càrrec del tripartit, va servir per “reparar esquerdes entre els centres públics i concertats”, en paraules de Dolors Rius (PSC), exsecretària general d’Educació en època d’Ernest Maragall. Per això, els socialistes, ERC –sense posar terminis– i ICV-EUiA es comprometen a recuperar-la. CiU i PP, per “realisme”, admeten que la sisena hora es seguirà aplicant només a aquells centres que tinguin un nivell de fracàs escolar elevat o un entorn socioeconòmic desfavorable.  

Las palabras de José Ignacio Wert -“hay que españolizar a los alumnos catalanes”- han puesto una vez más en pie de guerra la comunidad educativa catalana, muy dolida por los sucesivos embates que viene recibiendo el sistema de inmersión lingüística en las escuelas de Cataluña. Desde el célebre fallo contra el Estatut en julio del 2010 por parte del Tribunal Constitucional, donde se recogía que el castellano debía ser también lengua vehicular en las escuelas catalanas, una larga serie de pugnas políticas y judiciales han situado la inmersión en el centro del debate. Pero la comunidad educativa sabe que los problemas a los que debe hacer frente la enseñanza catalana son otros: el abandono escolar, la baja inversión en educación y los recortes sociales.

La Fundación Jaume Bofill presentó recientemente un anuario (2011) donde se evidencian las carencias del sistema educativo catalán. A diferencia de las palabras de Wert, el estudio no copó los titulares de los medios de comunicación, pero sí puso de manifiesto, por ejemplo, que Cataluña es la comunidad autónoma que menos gasta en educación. En 2009, la partida de la Generalitat para la enseñanza supuso el 3,95% del PIB catalán -frente al 4,7% estatal y el 5,18 europeo. Y el dinero destinado a becas también fue inferior: un 1% del PIB, menos de la mitad que la media española, que es de un 2,5%, y una cuarta parte de la europea, que asciende al 4%.

El anuario constata también el elevado nivel de abandono escolar prematuro que padece Cataluña. Hasta un 21% de los alumnos no llegaron a graduarse en la enseñanza secundaria -en España fue el 20% y, en Europa, el 13,5%-, y un 26% no consiguió superar la enseñanza secundaria postobligatoria. De todos modos, la tendencia muestra una mejora, pues en 2008 las cifras de abandono prematuro eran del 33%. Según el informe, este contexto de elevado fracaso escolar, junto con la actual situación de crisis económica, ha contribuido a que, a día de hoy, en Cataluña haya un total de 140.000 jóvenes, de entre 16 y 24 años, que ni estudian ni trabajan. En total, el 21% de este segmento de la población.