Joan Herrera dejó el viernes en un segundo plano el discurso soberanista que comparte con CiU y ERC y arremetió contra los recortes realizados por el Gobierno de Artur Mas. El líder ecosocialista recordó a los sectores sociales que están sufriendo más la crisis económica y les puso cara: el trabajador de Telefónica despedido por estar de baja por enfermedad, los desahuciados o los ciudadanos que no pueden pagar los recibos del agua y la luz, además de los profesionales de la sanidad y la enseñanza que padecen el tijeretazo.

“Usted planta cara en el escenario nacional pero no en el económico”, espetó Herrera a Mas, al que advirtió de que “el país no soporta más sufrimiento”. Por eso anunció que se estaba produciendo una “revuelta social” y que en la calle se estaba construyendo también una “alternativa social”. Sus palabras sonaron como si la presencia de los tres diputados de la CUP fueran una piedra en su zapato electoral, aunque Herrera lo niega y explica que hizo ese mismo discurso la legislatura pasada, cuando a la izquierda de Iniciativa no había nadie.

En los diarios de sesiones sí que figuran que ICV defendió entonces la aplicación de algunos de los impuestos que CiU y ERC han pactado en su acuerdo de gobierno, como el referido a los depósitos bancarios, las emisiones de gases contaminantes o por la producción de residuos nucleares. Los ecosocialistas también son partidarios de la modificación de los impuestos sobre el patrimonio y el de sucesiones, que ahora se aplicarán, pero Herrera dijo que esas modificaciones llegan “tarde y muy mal”. En su opinión, los cambios servían hace dos años, pero no ahora, aunque no precisó los motivos y sí recordó que Mas rechazó en tres ocasiones algún impuesto que ahora aplicará.

Más allá de la crítica, Herrera ofreció un frente contra la austeridad y una batería de medidas para revisar la deuda pública, auditarla y un “plan de rescate social” que evite el hambre y la pobreza energética o la recuperación de los pisos vacíos en propiedad de los bancos.

En la réplica, Mas reprochó a Iniciativa que tenga discurso sobre la austeridad, pero que carezca de soluciones en el marco europeo. Después les invitó a que se pongan a gobernar y vaticinó que, de ser así, no aplicarían ninguna de las medidas que proponen.

Herrera también reclamó una “refundación de la democracia” y no se abstuvo de recordar los casos de corrupción surgidos en la pasada legislatura en solo dos años y que la sede central de CDC en Barcelona está embargada judicialmente por el caso Palau. Mas no se dio por aludido.