La relevancia futura de la oftalmología

Cada segundo jueves de octubre se celebra el Día Mundial de la Visión. El año pasado, a raíz de ésta fecha, se puso un énfasis especial a la miopía, defecto de refracción del ojo que actualmente afecta a unas 2.000 millones de personas alrededor del mundo. El dato es concluyente, pero también premonitorio. En este caso, los expertos auguran que en el año 2050 la mitad de la población mundial tendrá dioptría, una patología que puede conllevar la aparición de cataratas, degeneración macular o, incluso, ceguera.

La alerta también fue recogida por el Brien Holden Vision Institute de Estados Unidos, una de las instituciones oftalmológicas sin ánimo de lucro más notorias del mundo. En concreto, la entidad avisó que mil millones de miopes podrían perder la visión en el citado 2050 si sus ojos no reciben los mejores cuidados.

Y es que ya lo decía la revista 'Nature' hace un año: llega el 'boom' de la miopía. La prestigiosa publicación ilustraba el reportaje con ejemplos categóricos: la incidencia visual afecta el 90% de los escolares de países asiáticos como Japón, China o Corea del Sur, mientras que en Estados Unidos y Europa la prevalencia se ha duplicado en pocas décadas.

Substituir la pantalla del móvil o el ordenador por una caminata, leer con la luz adecuada o consolidar una dieta alimenticia con vitamina A. Son muchos los consejos que desde siempre se han asociado con la salud ocular, pero por encima de todas estas recomendaciones hay una que se mantiene inalterable: acudir al oftalmólogo al menos una vez al año.

Con tal contexto en el horizonte, el rol de los profesionales que se encargan de las enfermedades y dolencias de las vías visuales se entrevé fundamental no solo por erradicar o ralentizar una patología, sino por aportar tintes pedagógicos a unas atenciones, las visuales, que cada vez serán más frecuentes. De hecho, la evolución del sector ya es perceptible a día de hoy. Sin ir más lejos, el listado de oftalmólogos en Barcelona y en otras grandes ciudades crece paulatinamente para cubrir una demanda que no cesa y que solicita, además de calidad, especificación en el servicio.