Los abrigos que llevarás este invierno

El termómetro se ha resistido durante semanas a acompañar al calendario, pero ya va siendo hora de ir sacando del armario la prenda por el excelencia del otoño-invierno. Eso sí, puede que tu abrigo de los últimos años necesite ser relevado y esté pidiendo a gritos un cambio por alguna de las novedades que ofrecen las diferentes firmas.

Lo primero que has de pensar es en tus necesidades. No es lo mismo ir en busca de uno con el que ir a trabajar cada día que hacerte con uno resistente al agua con el que ir a disfrutar de largas jornadas en el campo. Aunque la mayoría sean absolutamente versátiles, puede que no todos cumplan las funciones que requiere tu vestuario. Aquí entran en juego factores como el tejido, la silueta, el color y, por supuesto, las tendencias, en las que conviene detenerse para hacer una buena compra.

La pasarela dicta, la calle obedece

Esta temporada la palma se la lleva el chaquetón de doble faz. Con forro interior de borrego que queda al descubierto en solapas y puños, lo encontrarás en múltiples colores pero siempre respetando el estilo años 70 que ha sido precisamente el causante de que se convierta en el más buscado. Tom Ford, Balmain, Prada o Brunello Cuccinelli tienen algunos de los modelos más apetecibles en los que merece la pena invertir.

El 'shearling coat', descendiente de la clásica bomber de aviador con la que se mantenían calientes los pilotos de combate, requiere no solo de unos cuidados específicos (déjalo secar al aire cuando se moje y elimina las manchas con un cepillo de cerdas suaves y algún producto específico para proteger su piel) sino de un código de uso. En marrón y beige será una apuesta segura porque nunca pasa de moda y permite ser llevada tanto con traje como con jeans. Más atrevidas son las alternativas en azul y granate, las cuales son mejores para looks puramente informales; mientras que una opción intermedia es en negro, a medio camino entre una chaqueta de cuero y abrigo de lana, es capaz de dar un mayor empaque a cualquier prenda que acompañe.

Aunque para empaque, nada como el clásico abrigo camel. Aporta elegancia a un look puramente minimalista, a uno de estética deportiva y resulta perfecto para ser llevado sobre trajes. De ahí que sea el básico por excelencia, esa pieza icónica que todo armario masculino debe tener gracias a su color neutro unido a su sencillez y ese corte ideal que hace que siente como un guante. Un consejo para lucirlo: abrocha solo uno de los botones, ganarás puntos en cuestión de estilo.

La utilidad manda

Los diseñadores ya han dejado más que claro en los últimos años su obsesión por la funcionalidad y el plumífero es otra buena muestra de ello. Te guste o no, esta pieza que antes quedaba reservada para la nieve o los patios de los colegios, continuará una temporada más en tu vestidor. Después del famoso modelo de Balenciaga en color rojo que generó una oleada de clones el pasado invierno, ahora es momento de recuperar los modelos más cortos, ligeros y esponjosos de estilo deportivo. Por supuesto, nada de lucirlo sobre traje salvo que se trata de un modelo ultraligero que acompaña otro abrigo, deja que sean los looks más casual los que lo integren con éxito.

Todo lo contrario que el abrigo de cuadros que no deja de ganar adeptos este otoño entre los hombres más atrevidos. Puede que no sea el más práctico e incluso te parezca aburrido, pero nada más lejos de la realidad. Permite un sinfín de posibilidades y consigue levantar cualquier estilismo por simple que parezca.

Por último, uno de los modelos que sí une utilidad y estilo es la parka. Aunque la originaria estaba fabricada por los esquimales a base de piel de renos o focas, ahora son las versiones de tejidos sintéticos las que se encuentran en las tiendas. En la década de los 60 era sinónimo de cultura mod británica y en la actualidad se ha quedado como la preferida por jóvenes de todo el mundo. Muchas son las firmas que han tratado de sofisticarla, sobre todo a través de materiales y tonalidades que varían de la tradicional en verde oliva, dejando siempre la capucha como punto diferencial. ¿Su gran baza? La versatilidad.