La principal característica de mi vida es que no hay dos días iguales. No tengo horario de entrada ni de salida. Intento dormir seis o siete horas porque mis jornadas de trabajo son de unas quince o dieciséis horas diarias.

Ser padre separado con una agenda tan complicada como la mía y a 600 kilómetros de distancia de mi hija no es fácil. Los fines de semana con mi hija Daniela son sagrados. Mi equipo siempre lo ha sabido y lo han respetado. Saben que si paso tiempo con mi hija después pueden exprimirme al máximo.

Relativamente. Es una niña de siete años. Desde pequeña ha visto cómo paran a su padre por la calle para pedirle fotos o me ha visto por la tele. Cuando hace preguntas intento hacer pedagogía porque no es fácil explicarle a lo que me dedico. Creo que es más consciente de que la gente me reconoce que del trabajo que desempeño. Supongo que lo vive como cualquier hijo que tiene padres conocidos. En cualquier caso, intento siempre condicionarla lo menos posible para que sea libre y pueda tomar sus propias decisiones en un futuro.

Por supuesto. Todos los días antes de cenar, sobre las 8 o 9 de la noche, me conecto con Daniela. A través del móvil de su madre o de la tablet siempre intentamos conectarnos unos 10 – 15 minutos por videoconferencia para que me cuente lo que ha hecho durante el día, yo le cuente dónde estoy, etcétera.

Siempre intento buscar pequeños ratos para ir al cine, salir a cenar o hacer una escapada de fin de semana. Cuando tenemos actos fuera de Madrid, intento ir a nadar a la piscina del hotel si la hay o salir a correr un rato.

Soy agnóstico, aunque respeto todas las religiones. Valoro, además, el fenómeno espiritual de la religión en términos morales. Creo en la justicia social, por eso estudié Derecho, porque creo en una sociedad justa. Los liberales tenemos que garantizar que quien crea en una religión pueda manifestarlo al igual que quien no crea. En la libertad está la clave de la convivencia. Yo no soy religioso, pero me encanta conocer qué dice cada religión, me encanta visitar iglesias y catedrales, porque son parte de nuestro arte y de nuestra historia. Tratar de entender el mundo sin plantearse de dónde venimos es no entender el mundo.

Menos de lo que me gustaría y menos de lo que leía antes de estar tan ocupado, aunque aprovecho para devorar libros en vacaciones y en los fines de semana largos. Antes de hacer un viaje, busco dos o tres libros sobre el lugar que voy a visitar, aunque luego acabo leyendo uno y medio, pero es algo que me encanta hacer.

Me gustó mucho «Sapiens». Para mí, que estudié Derecho como dije antes, me parece fundamental la estructura de un Estado, lo que es una nación, lo que son las religiones. Otro de mis libros favoritos es «El factor humano sobre Nelson Mandela» escrito por John Carlin.

No leo mucha ficción, prefiero el ensayo. Recurro a las novelas para desengrasar un poquito. Me encantó ‘Patria’. Es una novela excepcional y que, desgraciadamente, se parece demasiado a lo que está pasando en Cataluña, quitando, por supuesto, el terrorismo. Esas barreras en las familias catalanas, esa frialdad, esos silencios.

Me gustan Borgen y Sucesor designado.

Así, a bote pronto, Philadelphia y Mystic River de Eastwood

Mi premisa es siempre el sentido común: no voy en chanclas al Congreso de la misma forma que no iría en traje a la playa. Cuando yo era diputado en el Parlament de Cataluña, algunos diputados de otros partidos iban en chanclas. En el Congreso no me he encontrado con esta situación, pero sí que he visto a diputados en chándal. Yo opto siempre por el sentido común.

Al principio llevaba muchas camisas de rayas y cuadros, pero resulta que las rayas no funcionan en televisión, y con los cuadros parecía que siempre iba vestido igual. Es cierto que cansan mucho. Así que, siempre voy de liso, porque con una camisa lisa y una corbata diferente a la del día anterior, pareces otro.

Ahora mismo, un Volkswagen Golf automático. Antes tuve un Audi A3 y una Yamaha 1000.

Varias. Imagino que como muchos que, al igual que yo, nos pasamos todo el día en la carretera y no viajamos en coche oficial.

España ha crecido en 40 años lo que no había crecido en siglo y medio desde las Cortes de Cádiz. La Constitución y la Democracia son un éxito, pero no es suficiente. Si no aprovechamos la oportunidad de hacer reformas en el modelo laboral, educativo y de justicia, en diez años nos arrepentiremos. Ciudadanos es parte de la España optimista. Somos un gran país y seremos todavía aún mejores. Para los conservadores no hay que cambiar nada. Para la izquierda España es un desastre. Para los liberales, sin embargo, nuestro país sólo necesita que su política se parezca un poco más a sus ciudadanos. La sociedad civil española es equiparable a la de cualquier país puntero de Europa. Ahora bien: la corrupción, el paro o la calidad educativa no dependen de los españoles, sino de la eficiencia de sus políticos.

La educación para los liberales es sagrada. Un país decente tiene que garantizar que una persona pueda estudiar, aunque no tenga recursos. Me encanta la frase «la libertad sin igualdad es insostenible, pero la igualdad sin libertad es insoportable». Yo creo en la igualdad y en la justicia social. No voy a elegir entre libertad e igualdad. Son dos faros de la democracia liberal y los dos tienen que estar siempre iluminando nuestra política.

Me considero progresista porque he vivido en mis propias carnes las ventajas que tiene la justicia social. He podido irme a Finlandia un año gracias a una beca Erasmus y aprender inglés gracias a esa experiencia. El patrimonio que me han dejado mis padres no son grandes riquezas, sino la libertad y la formación para poder ser lo que yo quiera.

Es un equipo de amigos a los que a veces me toca bajarles los pies a la tierra cuando las encuestas nos dan un gran resultado. Los sondeos hay que tomárselos siempre con prudencia. A los que lideramos equipos nos toca rebajar los ánimos. Creo que es fundamental trabajar con buenas personas antes que con buenos profesionales. En Ciudadanos lo tenemos claro: primero buscamos buenas personas y después les pedimos el currículum.

ALBERT RIVERA

Presidente de Ciudadanos

(Barcelona, 1979). Licenciado en Derecho, Máster en Derecho por ESADE (1997-2002) y Doctorando en Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona (2002-2004).

Cursa estudios en la Universidad de Helsinki (Finlandia) en 2001 y en el año 2009 realiza un curso en Marketing Político en la Universidad George Washington (Estados Unidos).

Durante su etapa universitaria, en representación de la Universidad Ramon Llull, gana el Campeonato de España de Liga de Debate Universitario. De 2002 a 2006 trabaja en La Caixa como asesor jurídico.

En el año 2006 es elegido diputado en el Parlament de Cataluña hasta el año 2015. Actualmente es diputado nacional en el Congreso tras conseguir su partido más de 4,2 millones de votos en las últimas generales celebradas en abril de 2019.

ALBERT RIVERA

(15 November 1979 Barcelona, Catalonia) Rivera is a Spanish attorney and politician, holding the role of President of the political party Ciudadanos (C´s). Rivera served as a Member of the Parliament of Catalonia from 1 November 2006 – 4 August 2015. He is currently the party’s candidate for President of the Government of Spain.

ORIGINS AND STUDIES
Rivera studied Law at ESADE, University Ramon Llull. During his time as a student he became a member of the University’s oratory team, winning the national university oratory championship in 2000. In 2001, he transfered his studies to Finland within the Erasmus program. Later on, Rivera completed a course on Political Communication in George Washington University (US).

PROFESIONAL CAREER
After graduating in 2002, Rivera was hired by La Caixa Bank and simultaneously began a PhD in Constitutional Law (2002-2004). In 2004, he passed an internal competition in La Caixa and worked as Counsel in the Legal Department of the Central Services of the bank until 2006. Rivera’s interest in politics led him to pursue a career in the field and in that same year he requested an unpaid leave to prepare for the Catalonian regional elections of 2006.

POLITICAL CAREER
In the first Congress of Ciudadanos, held in July 2006, Albert Rivera was elected president of the party and the chosen candidate to the Presidency of the Government of Catalonia. In the Catalonian regional elections of the same year, Ciudadanos obtained three deputies, becoming the sixth political force of Catalonia.
As member of the Catalonian Parliament, Rivera became a well-known politician who used both Catalan and Spanish languages. He consequently became the leader of the main opposition party to the Catalonian independence movement.

In 2010 Rivera won, once again, the primary elections of his party to run for President of the Generalitat de Catalonia. In the Catalonian elections, held in September 2010, he was re-elected and Ciudadanos kept 3 deputies in the regional parliament.

In the Catalonian regional elections of 25 November 2012, the party of Albert Rivera tripled its representation in the Parliament, earning nine seats. This victory made Ciudadanos the main opposition party to nationalism in the Catalonian parliament. Today the party holds 36 seats in the Catalonian parliament and leads, since September 2015, the opposition in the Parliament.

CANDIDATE FOR PRESIDENT OF THE GOVERNMENT OF SPAIN
In July 2015, Rivera was elected the party’s candidate for the presidency of the Spanish governmental election. He was re-elected again to run to the general elections in April 2019 getting 4,2 million of votes.