Las playas del Cabanyal-Canyamelar y la Malva-rosa no vivirán este año la multitudinaria fiesta de la noche de San Juan como medida de prevención ante la crisis del coronavirus.

Así lo han anunciado este viernes la vicealcaldesa, Sandra Gómez, y al vicealcalde, Sergi Campillo, tras la reunión de la comisión de seguimiento de la COVID-19 que han mantenido con el alcalde de València, Joan Ribó.

El Ayuntamiento monta cada año un dispositivo para organizar la realización de hogueras en las playas del Cabanyal-Canyamelar y la Malva-rosa en virtud del cual se repartía la leña a los asistentes. Este año, sin embargo, no se realizará este dispositivo para evitar un efecto llamada de un evento que cada año congrega a miles de personas.

De esta forma, la Policía Local controlará el aforo y los accesos a las playas, puesto que al estar la ciudad en la fase dos, la asistencia está permitida guardando las distancias de seguridad de seis metros entre cada grupo de asistentes.

Fuentes municipales han explicado que en función de la situación sanitaria y la fase de desescalada vigente la noche del 23 de junio se permitirá la estancia en la arena como cualquier otro día, pero no el encendido de hogueras. Tampoco estará permitido el baño fuera de los horarios de los servicios de socorrismo que actualmente están marcados de 10.00 a 21.00 horas en las playas del norte y de 11.00 a 19.00 horas en las del sur.

Además, estará la prohibido el encendido de hogueras en estas dos playas, puesto que en las del parque natural de la Albufera, entre Pinedo y el Perellonet, se prohíbe cada año por el riesgo de incendios que conlleva.

La consellera de Sanidad, Ana Barceló, abogó este jueves por regular el acceso a las playas valencianas en esa noche tan especial porque "no puede ser una situación no controlada". Recordó que cualquier acto imprudente puede conllevar rebrotes y pidió cuidado a la ciudadanía.