Los socialistas cuentan con que su número uno, el exministro Salvador Illa, es un candidato con mucha visibilidad y que será constantemente interpelado tanto desde el independentismo como desde sus rivales por la derecha. El PSC trata de utilizar esta circunstancia como una palanca para reunir al electorado que en las últimas elecciones apostó por Inés Arrimadas. Así ha quedado patente en el primer debate de candidatos de la campaña electoral catalana, organizado por La Vanguardia, donde la mayoría de las formaciones han buscado el cuerpo a cuerpo con el exministro, mientras él se proponía como única alternativa al independentismo. En el extremo opuesto, los socios independentistas de Junts y ERC han pasado la hora y media del debate prácticamente sin intercambiar palabra para evitar mostrar la división en el seno del Govern.