Este acoso lanza un mensaje: "no se va a tolerar nada a la izquierda del PSOE". Léase: nada más popular, más social, más igualitario, contra los privilegios blindados de los de arriba
Sobre este blog
Interferencia (Wikipedia): "fenómeno en el que dos o más ondas se superponen para formar una onda resultante de mayor o menor amplitud".
Creo que tiene razón José Luis Moreno Pestaña cuando afirma que el acoso -personal, mediático, judicial y político- contra Pablo Iglesias e Irene Montero es un acoso contra todos nosotros. ¿Todos nosotros quiénes? Ese nosotros difuso que se reconoció en el 15M y después votó por un cambio, aun teniendo mil distancias con respecto a Podemos (como es mi caso).
Ese acoso lanza un mensaje: "no se va a tolerar nada a la izquierda del PSOE". Léase: nada más popular, más social, más igualitario, contra los privilegios blindados de los de arriba. Ya se puede ir olvidando Errejón: llevar a cabo políticas más igualitarias, pero con un tono distinto al de Pablo, obtendría la misma respuesta. Porque lo que se cuestiona aquí son los límites férreos del régimen del 78, heredados en buena medida de la dictadura.
Recordemos: nuestra democracia fue abierta desde el terror y no desde el deseo. ¿Qué significa esto? Muy sencillo: Franco muere en la cama. La Transición no rompe, sino que reforma el aparato estatal franquista. Es un proceso "de la ley a la ley". Los privilegios de los poderes fácticos -políticos, económicos, judiciales, etc.- quedan de ese modo blindados a la vez que aggiornados a la nueva situación. Hay límites que no se pueden cuestionar ni tocar: límites económicos, límites políticos, límites en la ordenación territorial. Límites que son aceptados -entonces y ahora- por la fuerza del miedo.