Sobre este blog

No nos gusta la palabra "discapacitado". Preferimos retrón, que recuerda a retarded en inglés, o a "retroceder". La elegimos para hacer énfasis en que nos importa más que nos den lo que nos deben que el nombre con el que nos llamen.

Las noticias sobre retrones no deberían hablar de enfermitos y de rampas, sino de la miseria y la reclusión. Nuria del Saz y Mariano Cuesta, dos retrones con suerte, intentaremos decir las cosas como son, con humor y vigilando los tabúes. Si quieres escribirnos: retronesyhombres@gmail.com

Resistencia sostenida

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No nos gusta la palabra "discapacitado". Preferimos retrón, que recuerda a retarded en inglés, o a "retroceder". La elegimos para hacer énfasis en que nos importa más que nos den lo que nos deben que el nombre con el que nos llamen.

Las noticias sobre retrones no deberían hablar de enfermitos y de rampas, sino de la miseria y la reclusión. Nuria del Saz y Mariano Cuesta, dos retrones con suerte, intentaremos decir las cosas como son, con humor y vigilando los tabúes. Si quieres escribirnos: retronesyhombres@gmail.com

Posted by Helena Martinez on Tuesday, January 26, 2021

Cuando era más joven, asumía casi con diligencia el sobreesfuerzo que me había tocado por tener una discapacidad visual. El sobreesfuerzo iba con el cargo. Dedicar horas a transcribir las clases que grababa en la universidad. Tardes escaneando libros para, posteriormente, poder leerlos. Eso era amor por la lectura. Ya no escaneo nada. No me da la vida. Salir a la calle para, por ejemplo, comprar el pan, que se te cuelen unos cuantos, porque nadie te ha avisado que era tu turno. Tratar de parar un taxi con la mano en alto durante minutos… ¡Qué sé yo! Pequeños esfuerzos que se van realizando en la cotidianeidad y que provocan desgaste, porque el mundo sigue sin estar concebido para habitarlo con la ceguera.

Pero al cabo de los años la vida no es que pese. Es que puede llegar a aplastarte si mantienes ese esfuerzo sostenido. 

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