El Tribunal Judicial de París ha condenado este lunes al expresidente francés Nicolas Sarkozy a tres años de prisión, uno de ellos de cumplimiento obligatorio, por corrupción y tráfico de influencias por el denominado "caso de las escuchas" o "caso Paul Bismuth". El expresidente francés, con la ayuda de su abogado y amigo íntimo, Thierry Herzog, habría ofrecido en 2014 a un magistrado del Tribunal Supremo, Gilbert Azibert, un empleo en Mónaco a cambio de recibir información sobre un proceso judicial que involucraba a Sarkozy. Finalmente, el tribunal ha considerado que hubo un "pacto de corrupción" entre los tres hombres.