Entre 2017 y 2018, durante la gira de despedida de Riot Propaganda, Toni Mejías subía al escenario muchas veces con el estómago vacío. El rapero, músico, integrante de esta formación y mitad esencial de Los Chikos del Maíz, quemaba muchísima energía sobre el escenario entre rimas, coros y saltos sin apenas haber comido nada en todo el día. Cuando el lunes se enfrentaba ante el espejo, se odiaba a sí mismo y rechazaba su cuerpo. Se castigaba y construía, sin darse cuenta, un muro de silencio entre él y sus seres queridos.