“escrits” nació con escasas pretensiones. Escrit en un anticuado ordenador e impreso con una vieja impresora de agujas, el número 1 de “escrits” fue expuesto -en mayo de 1987- al conocimiento de los adheridos a la corriente de opinión con la voluntad de servir de vínculo entre todos ellos a fin de mejorar su efectividad en beneficio de una efectiva militancia dentro del PSC. Como la Coordinadora de la corriente era consciente de su falta organizadora, las pretensiones del boletín no eran muchas. El hecho de nacer entre todos los compañeros de la corriente, reflejó los acontecimientos sucedidos en el grupo y –si había espacio- insertar artículos de contenido político era, de momento, la meta a alcanzar.

Y, por qué “escrits” y no otro título? Por una doble razón. Primero, porque, como queda dicho en la introducción de este opúsculo, la voluntad de los adscritos a la corriente era que sus reflexiones tuvieran carácter de permanencia. Y nada mejor que esta permanencia se consiguiera mediante la escritura, o sea en escrits?. La grafía del título del boletín es por eso bien sencilla. “Esc” porque son las siglas del nombre en catalán que adoptó la corriente en el momento de su constitución y las cuatro letras en contorno “rits” añadidas para completar el mote “escrits” (en el sentido intrínseco de “documents”).

El hecho de que el título estuviera escrito en minúsculas quería indicar que los análisis que aparecieran en el boletín no serian reflexiones dogmáticas, sino-como casi todos los frutos del pensamiento humano- susceptibles de ser corregidas, ampliadas, matizadas, discutidas, puestas en cuestión, rebatidas, rechazadas…Todo esto, sí, pero leídas. En cualquier caso, nunca serian dogmas. La humanidad ya estaba harta de  dogmas.

Si el pensamiento de la corriente no era del agrado de todos, seria culpa de ellos, bien porque sus razonamientos estaban fuera de lugar o porque los argumentos no estaban bien planteados o explicitados o estaban expuestos fuera de tiempo. En todo caso, seria cuestión de apurar –o de depurar- más el análisis por tal de llegar a conclusiones más cercanas a la realidad objetiva, pero lo peor de todo es que su pensamiento no llegara a nadie.

Al menos, de momento, con “escrits” sus programas, sus reflexiones podían ser más homogéneas ya que llegarían como mínimo a todos los adscritos a la corriente situados en diversos puntos geográficos del principado y por tanto con dificultades para poder debatir entre ellos con la fluidez necesaria.

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