En pleno siglo XXI y en una sociedad presuntamente civilizada todavía existen ciertas conductas que invitan a una profunda reflexión. En una ciudad como Barcelona, en la que a priori la educación es uno de sus mayores capitales, el comportamiento de algunos deja mucho que desear. Un 'blogger' de Què! nos explica su experiencia.
Gádor Bañuls |