September 26, 2006

¡No nos vamos!

Ayer hubo un debate de Iniciativa Feminista sueca (F!) para valorar la campaña electoral y de los resultados de las elecciones del 17 de septiembre. Se habló mucho de la prensa, que primero habló para sacar todos los trapos sucios habidos y por haber y luego cayó en un hermetismo total. Y del silencio de todos los partidos acerca de estos temas. Este es otro dato que mucha gente coincide en señalar: en esta campaña se ha tratado menos de igualdad de género que en ninguna otra hace mucho tiempo. Parece que todos los partidos pensaron que más valía no levantar la liebre. Y se habló también ayer de la falta de apoyo público por parte de muchas mujeres conocidas que estaban de acuerdo en privado. y de la reacción de muchos/as personas que estuvieron dispuestos/as a tragarse la píldora de que esto era una banda de camioneras amargadas. Y de los expertos que salieron en la TV durante todo el día de las elecciones diciendo que el partido fascista iba a crecer y que el voto por F! era un voto perdido. En fin, todos los mecanismos de blindaje del status quo concentrados intensísimamente, un master intensivo en funcionamiento del patriarcado. Pero no deja de ser lo de siempre.

Asimilada la experiencia, estamos seguras de que F! seguirá adelante construyéndose como partido, dotándose de una estructura que permitaWomen_joing_hands  y aproveche la creatividad de todas/os, formándose, creciendo, traduciendo el programa en propuestas políticas y convenciendo a muchas mujeres de algo que hemos visto claro después de 30 años de retórica y tecnocrácia de la igualdad: Llegado este punto, si el feminismo tiene algo que hacer es en el terreno político. Las buenas intenciones de tantas abnegadas feministas, dentro de las instituciones y de las ONGs, se tropiezan una y otra vez con la misma piedra: la imposibilidad, a la hora de la verdad, de mantener ideas y propuestas independientes, por mucho que sean evidentes. Al final, quien paga manda, es así de sencillo.

Confiamos en que F!colabore a la formación de un frente amplio internacional por la igualdad total. Un movimiento que denuncie la demagogia de las autoridades europeas, que se lavan las manos con un Cumbre_europea_06 informe anual sobre la desigualdad entre mujeres y hombres  (el mismo más o menos, año tras año) y luego se olvidan del tema en la agenda política. Un movimiento que plantee conjuntamente en todos los países las reformas estructurales necesarias para avanzar en la igualdad, que exija la individualización de los derechos sociales, la atención a todas las mujeres que quieran salir de la situación de esclavitud familiar, la protección de las mujeres víctimas de la violencia de los hombres (incluidas las prostituidas) y la tolerancia cero hacia los torturadores (incluidos los puteros), y muchas más reivindicaciones, las mismas en los distintos paises.

Necesitamos un movimiento feminista independiente que acoja a mujeres de todos los paises, razas, estatus social. Un movimiento basado en unasLibertad  ideas y en un programa, no en personas ni en elecciones. Que las feministas de cada país, o incluso grupos feministas en particular, valoren cuál es el momento adecuado para presentarse a elecciones, tal como lo ha hecho F! en Suecia. Eso no debería invalidar lo más importante: que muchas mujeres, esas y muchas otras, trabajen juntas por la igualdad total en todos los paises.

Nosotras nos volvemos a España. Ha sido una experiencia muy enriquecedora. hemos hecho buenas amigas, nos hemos conocido más a nosotras mismas, hemos aclarado nuestras ideas. Nos lo hemos pasado bien. Hemos visto la realidad de Suecia, cómo se siente la gente. A veces nos hemos sentido extranjeras del sur, lo que nos ha ayudado a comprender las quejas de las/los inmigrantes. Hemos visto la experiencia del Estado del Bienestar sueco y el peligro que corre. Nos vamos pero seguimos. Que sigamos todas. Por vosotras, por nosotras, por todas las mujeres del mundo!

Priya y María

September 21, 2006

Combatiendo el efecto boomerang

En Suecia ya han terminado de contar los votos de las elecciones del pasado domingo 17. Iniciativa Feminista (F!) no ha llegado al 1% en las elecciones suecas del domingo 17 de septiembre. Ha obtenido 37.346 votos, un 0.68%. Ahora hay que analizar este resultado. ¿Podemos llamarlo derrota? Creo que no. Es un término demasiado contundente para un partido que nació tan solo hace un año. Considerando que ha tenido todas las trabas que el sistema pone a los 'Otros', considerando que la prensa les había tratado de esa forma tan canalla, teniendo en cuenta que las encuestas daban casi empate técnico entre la izquierda y la derecha, no podemos más que entender el resultado. Haber llegado al Parlamento hubiera sido un éxito expectacular que ni la situación política ni la naturaleza del patriarcado podían hacer esperar. Pero dejemos a la dirección de F! que emita sus comunicados, que reuna a sus socias y socios. Dejemos al partido que asimile la experiencia, que aprenda de los aciertos y de los errores, como cualquier partido. Intentaré transmitiros todo esto en los próximos días.

Me preocupa el efecto boomerang. En primer lugar en las/os militantes: muchas/os estaban convencidas/os de que F! iba a llegar al Parlamento sueco con un amplio margen. Algo fuera de la realidad, claro. Pero es que el entusiasmo necesita combustible. Había que recorrerse Suecia poniendo las papeletas en las mesas y vigilando que estuvieran allí durante todo el tiempo (se podía votar en las bibliotecas desde el 30 de agosto!), había que decirle a la gente que F! existía, que no se había disuelto por mucho que la prensa hubiera dado esa impresión. ¿Cómo se hace todo ese ingente esfuerzo a la vez que (te) dices que no vas a llegar a la meta? Imposible. Había que ir lanzando(nos) ese mensaje en una segunda línea, ir sacando la conversación en el momento de esas cañas después de una jornada agotadora (figuradamente: aquí cañas no se toman muchas). Algunas/os lo han hecho, pero era una medicina muy difícil de dosificar para que hiciera efecto sin anular el entusiasmo. Así funcionamos las personas, y más colectivamente.

Me preocupa el efecto boomerang también en la sociedad. Insisto: no llegar la primera vez es lo normal de lo normal. El Partido Verde en Suecia se creó en 1981 y no llegó al Parlamento hasta 1988. pero hay algo que diferencia al ecologismo del feminismo: la naturaleza del Patriarcado (o de 'la dominación masculina'). Ya ayer el Dagens Nyheter (el periódico com más tirada) bromeaba con este titular: Inget feministiskt initiativ i regeringen, tack! O sea: 'Iniciativa feminista en el gobierno no, gracias!' Y el texto del artículo no tenía nada que ver con F! sino que iba de que una mujer se había pronunciado en contra de que el próximo gobierno tenga que ser paritario. Se están peleando por eso los de la alianza de derechas. Unos dicen que tiene que seguir siendo paritario y otros dicen que 'como salga', 'a su ser'. Ya conocéis el paño: 'que entren los mejores'. Los mejores, claro, después de haberse matado para repartir el pastel entre los cuatro partidos, ¡no creais que están comparando currículums como locos! Pero en fin, ahí están los hombres hablando de 'sus' cosas. Volviendo al tema del articulito, que no tiene desperdicio: La cosa era que esta mujer se pronuncia contra Maud Olofsson (la lider del Partido de Centro), que dice que el gobierno debe ser paritario. O sea: una mujer desautoriza a otra mujer. ¡OK, recibido el mensaje subliminal!. Aunque esa protagonista de la noticia es la vicepresidenta de la asociación estudiantil del partido moderado, hasta ese nivel han tenido que bajar para encontrarla. Y todo esto se liga chistosamente a la 'derrota' de F!. ¡Y lo que nos queda por ver!. La contrarreacción aprovecha. A eso no se tuvo que enfrentar el Partido verde. Ni a muchas otras cosas.

Lo que está claro es que en Suecia hay un partido feminista. Este es Balar_historisk_valkampanj_2 un hecho. Ahora se abre otra etapa: 2 años y pico hasta las elecciones europeas. Cuatro años hasta las próximas elecciones suecas. Muchísimo trabajo por delante: de discusión, de organización, de formación, de influencia en la política sueca, de captación de nuevas y nuevos miembros. Las feministas tendrán ahí un partido dispuesto a escuchar eso que los partidos establecidos no escuchan, por mucho que todos se digan feministas. Esos partidos se andarán con más cuidado. O no, y ya veremos...

Está claro también que hay, que tiene que haber, un movimiento internacional por la igualdad total. De momento es más que nada una idea, no tiene forma definida. Es un convencimiento, por parte de muchas feministas, de que tenemos que dar un salto. Como dice Gudrun Schyman, Iniciativa Feminista no tiene vocación de ser sueca, ocurre simplemente que ha nacido en Suecia. Las suecas nos dicen muchas cosas y nosotras también a ellas. El movimiento feminista siempre ha sido internacional y así seguirá siendo. Y hay que contar con muchisimas mujeres que no tienen experiencia feminista pero tienen toda su experiencia de vida, de trabajo, y ven lo que pasa. Y muchos hombres que están hartos de pertenecer al club...

Ay, que son las 9 de la mañana y me tengo que poner a trabajar... Ahora andarán muchas/os acabándose de despertar en España.... Pues buenos días! Seguimos.....

María

September 19, 2006

En el país más competitivo, seguimos esperando que cuenten los votos

En Suecia, hoy martes 19 de septiembre de 2006, dos días después de las elecciones, seguimos esperando los resultados electorales del partido Iniciativa Feminista (F!).

Eso sí, lo sé todo sobre el proceso. Acabo de volver a llamar a la Oficina Electoral y me han informado muy amablemente de cómo siguen contando. Hay que ver cómo son estos/as suecos/as, éste es el país más facil del mundo. A ese nivel, es mi país: cualquier cosa que quieras saber, basta con preguntar. Siempre hay un teléfono en el que te infornan de lo que quieras en perfecto inglés y con impecable precisión. Y si no lo saben te indican cómo averiguarlo, se precian de ello. No es por senyalar con el dedo, pero ni me quiero acordar de lo que pasa en algunos sitios cuando llamas a un ayuntamiento, o a una entidad regional, para intentar arreglar un papel. Aqui se nota el nivel cultural, la buena organización del trabajo, su dedicación a hacerle la vida fácil al ciudadano. Así están ellos de contentos con su modelo, y así les va de bien económicamente. Si en realidad, eso de la competitividad económica no es más que un conjunto de ideas elementales, lo que pasa es que éstos las llevan a la práctica.

Aunque algunas veces consigo pillarles, como hoy: he llamado al Instituto de Estadística y les he contado que quiero saber cuál es el porcentaje de mujeres suecas que pierden su apellido cuando se casan (yo diría que es la mayoría). la funcionaria se ha quedado sin línea. Me ha hecho explicárselo dos o tres veces a ver si había comprendido bien. Yo, ahondando en la llaga, le he dicho que, según me habían contado, en Suecia tienen estadísticas de todo. Ha estado de acuerdo en que  éste es un indicador importante del estatus de la mujer y se ha quedado buscándolo para manyana. Os apuesto una cena a que no lo encontrará.

En fin, volviendo al contéo: llevan escrutados los votos de 2.336 distritos electorales, de entre los 6.177 distritos electorales que hay en Suecia. Estiman que terminarán la operación manyana miércoles por la tarde, o como más tarde el jueves a media manyana. Parece que ni siquiera hay plazo oficial para el final de esta operación.

El caso es muy ilustrativo: en el país más competitivo se tarda más en acabar de contar los votos que en los más atrasados. Igualmente puede faltar una estadística elemental sobre el estatus de la mujer. Todo depende de a quién le importe el dato en cuestión. Al final, todo tiene que ver con el estatus quo. Igual que la informática: en el ayuntamiento de Gotemburgo, a Milka Saxlund (cabeza de lista) le contestaron (por escrito!) que los votos de F! no se podían contar la noche electoral porque no lo permite el sistema informático. Como decía esta manyana el amigo que no me creía ayer, el sistema informático permite lo que le digas. Al fin y al cabo, es el principio de los ordenadores: ´Shit in - shit out'. ...De los ordenadores?

María

September 18, 2006

Un partido a la búsqueda de su resultado electoral

Acabo de hablar con un amigo que me conoce muy bien y no me ha creido, así que ya cuento con que os parecerá increible, pero os lo tengo que decir: los votos de F! no se contaron ayer. Todo lo que tenemos es un sondeo a pie de urna, que se hizo público al cierre de los colegios electorales, según el cual F! habría obtenido un 1%. Pero insisto: sondeo. Y ya no se dirá nada más hasta el miércoles. Estoy de acuerdo en que es increible, pero dejadme que os explique.

Esto es lo que cuentan los periódicos aquí hoy, de donde he sacado el gráfico adjunto: con prácticamente el 100% de los votos escrutados, los cuatro partidos del centroderecha que forman la Alianza (M, C, Fp y Kd) logran el 48% de los votos frente al 46,2% de la Coalición entre socialdemócratas, Verdes y Partido de Izquierdas (S, V y Mp). La categoría 'Otros' (Övriga en el gráfico) consigue un 5,7% (2,8% en las elecciones de 2002 - cífras entre paréntesis del gráfico).

26.1%
97
(15,2)
M
7.9%
29
(6,1)
C
7.5%
28
(13,3)
Fp
6.6%
24
(9,1)
Kd
35.2%
130
(39,8)
S
5.8%
22
(8,3)
V        
5.2%
19
(4,6)
Mp
5.7%
0
(2,8)
Övriga
Normal que los periódicos no se preocuparan de quienes son esos Övriga. Mesa_de_votacion Pero es que la autoridad electoral tampoco los ha contado. Ayer, cuando se cerraron los colegios y empezaron a contar, hicieron ocho casillas y fueron poniendo las cruces. Y una de esas casillas era Övriga: Otros. Esos otros son simplemente los partidos que no están en el parlamento. Os lo juro, lo ví ayer con mis propios ojos y me lo acaba de confirmar por teléfono una funcionaria de la Oficina Electoral. Esta mañana han empezado a contar en la oficina electoral central y el miércoles darán los resultados. No habrá estimaciones oficiales antes.

Parece prácticamente seguro que ninguno de estos 'Otros' llegará al 4% necesario para entrar en el Parlamento, pero estaréis de acuerdo conmigo en que esto no son formas: el ninguneo de ni siquiera contarlos individualmente en la jornada electoral, lo que implica no nombrarlos ese día que es cuando la gente está pendiente, la arrogancia de repartirse la tarta de los escaños entre los partidos establecidos, es algo tan increible que solamente se pueden buscar razones técnicas para tal desvarío. Y como no puede haber razones técnicas en un país mucho más adelantado técnicamente, y con menos partidos pequeños que España, y como encima El País abunda hoy en la confusión (ver artículo), pues es más facil creer que María ha perdido el norte con tanto feminismo. Pero no, lo que pasa es que por encima de la lógica está la lógica del sistema, que no siempre es lógico como sabemos. Por otro lado, no hay que olvidar que el sistema electoral español también ningunea a los partidos pequeños, aunque lo haga con métodos quizás menos transparentes.

La velada electoral en F! fué ayer un poco sosa. Teníamos la encuesta Noche_electoral que nos adjudicaba el 1%, pero también esa encuesta daba una diferencia entre derecha e izquierda mucho mayor de la que se iba confirmando. Al final, ese 5,7% de los Otros puede darle a F! el 1% que necesita para ser considerado un poco más partido en las próximas elecciones (con lo que les harán y les pondrán las papeletas electorales en las mesas, no como esta vez que han tenido que pagarlas, repartirlas y vigilar que estuvieran los propios militantes de F!, pero seguirá en la casilla de Otros en el recuento). O podrá darle el 2,5% que necesita para, ademäas, recuperar en parte la inversión de la campaña (sin dejar de pertenecer a Otros en el próximo recuento). Esto último es más dificil tal como va el contéo ya a estas horas de la tarde del lunes: no hay información del porcentaje de Otros escrutado, pero me parece que la extrema derecha, otro partido de Otros, está teniendo bastantes votos. No me gusta este barco ni estos vecinos de asiento que nos han adjudicado. En fin, tendremos que aguantar hasta el miércoles, entonces encontraremos el resultado de F! y quizás los periódicos le dediquen una línea, o quizás nadie hable ya de ello. Es una buena forma de que protegerse los Unos contra los Otros. Ya les vale!

María

September 17, 2006

Por qué estoy aquí hoy

Hoy es el gran día. Si Iniciativa Feminista (F!) saca el 4% tendremos, en un parlamento del mundo occidental, un partido que estará ahí para reclamar que la igualdad esté en la agenda. Ahora tenemos muchas parlamentarias feministas con las ideas claras trabajando duro, pero están sujetas a lo que acepten o no acepten sus partidos. Constantemente llegan al callejón sin salida de siempre. No es que no se reconozca lo que decimos las feministas, apoyadas por tantos organismos internacionales, convenciones, congresos de Beijing y demás, que de eso ya hemos acumulado de sobra. No es que se contradigan por escrito nuestros argumentos. Es simplemente que no los leen, que los oyen condescendientemente y a continuación pasan a otra cosa. Y siempre hay otra prioridad, otro compromiso, si el argumento no es presupuestario ya habrá alguno de aritmética parlamentaria/electoral. En fin, que nos oyen como quien oye llover. Celia Amorós lo explica: ‘El poder no necesita razones, para eso tiene el poder’. Y Clara Campoamor lo contaba excelentemente en ‘Mi pecado mortal, el voto femenino y yo’, cuando decía: Costábame seguir interviniendo (en el parlamento). En las respuestas de muchos diputados se evidenciaba esa actitud con la que frecuentemente se zanjan las discusiones domésticas: ‘Aquí se hace lo que yo quiero’.

      

Pues bien, esa condescendencia tiene que terminar. En España estamos aún bajo la impresión de que puede ir mejorando la cosa, pero aquí en Suecia ya tienen suficientes años de retórica de la igualdad para saber que esa actitud no cambia. Es la actitud de siempre, la privada y la pública, la misma que desespera a las mujeres cada día: ‘mi marido no habla’. Pero alma de cántaro, ¿para qué va a hablar?  ¡Estaría loco si lo hiciera!

      

Vine a Suecia a ver cómo era el país más igualitario, y también a ver el techo de la igualdad en el último edificio de la igualdad. Y lo primero que he confirmado ha sido que hay que llegar a un nivel mínimo de igualdad para tener la osadía de reclamar la igualdad, e incluso para osar imaginarla. Aquí no hay feminismo de la diferencia. Y es que, en lo que se refiere a los derechos, todo lo que no es igualdad es desigualdad. Me voy a atrever a decirlo: El feminismo de la diferencia es una contradicción ‘in terminis’. No es que no seamos infinitamenteMujer_libre_1   diferentes, cada una y cada uno que sea todo lo diferente que quiera, porque la igualdad es todo lo contrario de la uniformidad. La igualdad es el derecho a ser consideradas como individuas y no reducidas a la categoría sociológica de ‘mujer’, representante de las mujeres en cuanto llegas a un puesto de responsabilidad, obligada a ser más buena, más sensible, más de todo lo más. Amelia Valcarcel lo dice muy bien: ‘Aunque ésta no sea una verdad universalmente aceptada, las mujeres somos simplemente seres humanos’. Y éste es uno de los temas importantes de Gudrun Schyman, que las mujeres no somos iguales unas a otras, somos inmensamente variables, pero estamos oprimidas por el mismo sistema patriarcal. La igualdad de derechos es el derecho a ser personas, libres de tener que comportarnos según el modelo, libres de ajustarnos o no a la feminidad, libres de movernos, libres!

   

Iniciativa Feminista (F!) pone en primer plano la gran batalla que queda por dar y a la que el sistema se resiste por mucho que no tenga argumentos ni éticos ni económicos: las mujeres ganan mucho menos y trabajan infinitamente más. Que no nos líen, que los hombres se pongan a cuidar al 50% y a hacer el 50% del trabajo doméstico, que no nos vendan el trabajo a tiempo parcial (aquí lo llaman desempleo a tiempo parcial) y la maravilla del cuidado, maravilla que no quieren para ellos. Y que no nos cuenten que la pasta no nos interesa, que nos gusta más quedarnos en casa, ¡ya vale de liarnos!

   

F! plantea también muchas ideas-fuerza para la discusión. La responsabilidad colectiva de los hombres es una muy importante. Y el juego de suma cero, y la opresión de la norma 'hombre blanco heterosexual de mediana edad', etc. Sería interminable pararme en cada una. Son cosas evidentes que no se ven desde la oscuridad total. Y aunque las hayas visto se te pueden volver a escapar, tanta es la presión y la penalización social del feminismo (otra de las experiencias de esta campaña). Me preocupa que esa presión aumente si sacan malos resultados, pero veo F! como un embrión sólido que seguirá adelante contra viento y marea. En Suecia ha llegado el momento de tomar la palabra.

    

En España estamos a años luz, pero los temas son los mismos. Estamos abriendo la caja de Pandora de muchas discusiones, todas nuevas: prostitución/violencia, permiso de paternidad, reforma fiscal, educación infantil, paridad, recursos, inmigración, mainstreaming… y tantas leyes y tantas novedades, todas por discutir. No creo que sea el momento de llegar al Parlamento, pero sí un momento crucial. En esta segunda transición donde las expectativas de cambio son tan grandes, la igualdad tiene que estar en primer plano. Estamos ante una oportunidad histórica que tenemos que aprovechar. La experiencia de Suecia y de F! nos ayudará a romper con la ‘mística de la feminidad’ (que decía Betty Friedan), a aprender de los aciertos y de los errores.

   

Iba a hablar de por qué estoy aquí, más personalmente. Las suecas nos miran a Priya y a mí asombradas, no se explican esta ayuda caída del cielo. Quiero explicárselo a ellas y sobre todo a vosotras. Pero hoy ya es tarde y esto ha sido ya demasiado largo. Ha sido, de todas formas, parte de la respuesta, o al menos un lado de la respuesta. Un día de estos segúiré con ello. Ahora que la campaña ha terminado, preparamos la botella de champán pero también nos preparamos para todo, y para que el efecto boomerang sea el menor posible si el resultado no es el bueno. Esta noche hay una fiesta de F! para vivir juntas/os esta primera velada electoral. Será emocionante, mañana os contamos! Saludos muy F!s!

   
Maria

September 16, 2006

El juego de suma cero

El otro día fuimos a cenar con un periodista español. La estrategia estaba clara: convencerle de que Gudrun Schyman era una líder carismática y una persona interesantísima, que F! iba a entrar en el parlamento, en fin, que tenía aquí el reportaje de su vida.

La cosa empezó muy bien. Y hablamos de Jane Fonda y del famoso periodista deportivo Mat Olsson que también apoya a F!, de la violencia (incluida la responsabilidad colectiva de los hombres)  y de la prostitución como violencia de género... en fin, estábamos de acuerdo en todo. Hasta que Priya sacó lo de la suma cero y empezó a contarle lo que dice Gudrun de que, si queremos igualdad, los hombres tendrán que hacerse a un lado para que las mujeres avancen. O sea, que eso de que todos vamos a ganar con la igualdad es verdad a largo plazo, pero a corto plazo es un juego de suma cero: si las mujeres ganan menos es porque los hombres ganan más, y para que se equilibren los salarios los hombres tendrán que perder relativamente. Entonces él dijo: 'Ah, no, eso ya no me gusta'. Y a mí que hasta entonces estaba pensando: ¡No, Priya, lo de la suma cero ahora no! (milito en conseguir un poquito de diplomacia, y hasta me estoy aprendiendo la teoría), se me nubló la vista y me lancé a ilustrar el asunto con lo de los puestos en la Administración Pública española: no hay más que comparar los currículums de los hombres que ocupan los niveles más altos con los de las mujeres que ocupan los inmediatamente inferiores para ver que algunos hombres tendrán que levantarse de la silla si queremos que alguna de esas mujeres se siente. Y de ahí pasamos al tema de las cuotas, porque él dijo que frecuentemente las mujeres a las que cooptan son mediocres. Estuvimos de acuerdo en que hay un mecanismo por el cual, muchas veces, cooptan justamente a la que acaba de llegar. El mecanismo tiene el efecto perverso de hacer más 'evidente' que esa mujer le debe el puesto a la cuota. Él comparaba a las mujeres que promocionan con las que no promocionan y decía: 'A mí, si fuera mujer, me daría mucha rabia que subieran esas'. Le dijimos que pensara si no había un hombre tan pardillo como la pardilla en la que estuviera pensando y que mirara también a las mujeres que no llegan (lo que dicen las feministas de que la igualdad se conseguirá cuando haya tantas mujeres incompetentes como hombres incompetentes hay ahora en puestos de responsabilidad). Susana añadió que no importa si al principio hay disfunciones con las cuotas, que cuando vieran que el trabajo no sale con unas ya se acordarían de las otras... (¡Susana, vaya, pero si parecía que a tí esto del feminismo ni fu ni fa!). En total, nos quedamos pensando que entre las tres lo habíamos tirado todo a la basura.

Pero no fué así y él ahora está entrevistando a mujeres y hombres de F! para intentar sacar algo en su periódico. Y dice que le gusta mucho lo que dicen y lo que decimos. Moraleja: cada vez más hombres están viendo el asunto. Este es el gran salto: Ya no se trata solamente de estar de acuerdo en paliativos para las pobres víctimas de la violencia de género (¡de esos bárbaros!), ni de darles más prestaciones a las pobres madres solteras que están en la pobreza. Se trata también, y fundamentalmente, de mirar a la de al lado, a ti mismo. No es nuevo: muchas personas de clase media están dispuestas a pagar más impuestos aunque no sea bueno para sus bolsillos. El bolsillo solamente es una pequeña parte de nuestros pequeños intereses. El otro día me lo contaba Bengt Ortegren, de F!: él está contentísimo de haberse pasado al bando del feminismo, aunque muchos hombres a su alrededor no puedan llegar más allá de comentarios jocosos sobre él y el temita de su participación. Ellos se lo pierden!

María

September 15, 2006

Inmigración en Suecia

100_2574Paulina de los Reyes vive en Uppsala desde hace tiempo. Aunque no nació aquí, ha pasado su vida adulta en este país y, como ella misma observa, sabe más de Suecia que se ningún otro sitio y es el lugar que mejor conoce en el mundo. Le pregunto de dónde se siente y me parece que es una cuestión que está fuera de lugar, dado que hablo con una reconocida investigadora de la Universidad de Uppsala en temas de inmigración, que conoce bien la perversa relación entre orígenes nacionales y definiciones personales.

Siento que saber de dónde es, interesarme por ese dato, me sirve para revestir a la persona que tengo enfrente con el traje de las ideas preconcebidas que mi mente alberga sobre ese país. Me sirve para no tener que esforzarme en conocerla en su individualidad, para poder abandonar la zona incómoda de la ignorancia y la exploración, y sujetarme a los confortables lugares comunes de las identidades nacionales.

Coincido con Paulina de los Reyes alrededor de una taza de té y le pregunto cómo es la inmigración en Suecia. Lo que escribo a continuación no es más que un pequeño resumen de la cantidad y calidad de conocimiento que Paulina generosamente comparte conmigo en esta tarde calurosa del otoño sueco.

Decir ser mujer en Suecia no basta para comprender la realidad de las mujeres aquí. Se puede ser una mujer nórdica o inmigrante. Si eres nórdica, no es lo mismo ser sueca que finlandesa. No en vano las finlandesas vinieron a Suecia a trabajar, después de la segunda guerra mundial, en el servicio doméstico, restaurantes o empleo subalterno. De alguna manera, fueron ellas las precursoras que sentaron las bases del acceso de las mujeres suecas al empleo remunerado, de la liberación de las tareas de cuidado de menores y mayores, del actual sistema de servicios sociales. Aunque todavía quedan signos de la asumida superioridad sueca sobre la identidad finlandesa, la presencia de otras nacionalidades, mucho más dispares, ha reforzado la noción y construcción de la identidad nórdica.

O puedes ser chilena o somalí, y haber llegado al país como refugiada política. Y no es lo mismo lo uno que lo otro; no lo es en un lugar donde las diferencias físicas llaman poderosamente la atención, donde existe una gran segregación y discriminación en todos los órdenes, sea en la escuela, en el mercado de trabajo, en el acceso a vivienda o en el sistema público. La nacionalidad determina en gran medida tu capacidad de inserción en el sistema de vida sueco. No se trata sólo de conocer el idioma ni de amoldarse a las costumbres, al frío o a los incentivos del estado del bienestar.

Si eres inmigrante es posible que vivas en un barrio de inmigrantes, que vivas de un subsidio o en trabajos de escasa cualificación o, como dice Paulina, si te integras en los estándares de éxito sueco te construirás siempre como una anomalía. Así, te preguntarán una y otra vez si perteneces a una familia sueca, si eres una persona adoptada, de dónde eres o de dónde son tus padres. Pareciera difícil de creer que si no eres lo más sueco o sueca posible puedas haber llegado tan lejos.

Tendrás que vivir con la expectativa de que sean los subsidios los que te mantengan vivo y eso provocará que siempre desees hacer saber que tienes un trabajo, que tú no eres una de esas personas inmigrantes que no saben ganarse la vida.

Si eres mujer extranjera, probablemente tailandesa, y te has casado con un sueco, gozarás de un permiso provisional de dos años, después de los cuales conseguirás la residencia sólo si la relación continúa. Para Paulina, ésta es una pequeña muestra de cómo la etnicidad y el género se entrecruzan constantemente, y opina que en Iniciativa Feminista no le prestan suficiente atención a la violencia pública, la del Estado, haciendo uso de su autoridad para decir quién es o no merecedor de vivir en Suecia, cuál es el código para acceder a los derechos, cuál el valor de ser o no ser de aquí.

Med_barnunga009_1Para Suecia y sus nacionales, el elemento extranjero sirve para construirse en su identidad sueca, en su identidad nórdica. Para construirse en positivo, claro está, para gozar de la posibilidad de sopesar las diferencias y decidir que lo sueco es mejor, que lo extranjero no alcanza los estándares de calidad, que parece más torpe, menos cualificado, inferior…; en definitiva, menos sueco.

Como siempre, los roles, los estereotipos, las dificultades para aceptar las diferencias, la necesidad de empoderar a un grupo a costa de otro está presente también en el discurso de la integración en Suecia. En un país tan complaciente con sus propios logros y conquistas y con unos consensos universales sobre las políticas públicas, las bondades del trabajo remunerado y del estado del bienestar, la confianza ilimitada en lo público, el discurso permanente de "lo correcto", "la buena ciudadanía", "la disciplina"..., Paulina de los Reyes se acerca a los postulados de Iniciativa Feminista cuando advierte que el discurso de la diversidad y el respeto a la diferencia ayuda a camuflar los mecanismos de la discriminación. El colectivo "mujeres", así como el colectivo "inmigrantes", presenta suficientes variaciones en sí mismo como para convertirlo en un artificio. Pero no debemos olvidar que lo que les identifica como grupo es un hecho irrebatible: la discriminación.

Priya

September 13, 2006

Materiales de la Campaña

Algunos materiales de la campaña de F!:

Postal_1¿Merece la pena votar?

Postal_2

Postal_3


Postal_4Recuerda que eres parte de algo más grande que tú mism@.

September 12, 2006

Cálculos

Las elecciones suecas están muy muy reñidas, lo que pone en primer plano el asunto del voto útil. Para entrar en el parlamento, Iniciativa Feminista (F!) tiene que pasar el umbral del 4% de los votos. Si consigue esos aprox. 220.000 votos, le corresponderán 15 diputados/as (¡15 o ninguno!). Pero hay otros umbrales importantes: El 1% es el umbral para que te consideren como partido. En estas elecciones, F! tiene que pagar sus papeletas, repartirlas por las mesas electorales y vigilar que no desaparezcan. Hasta que no consigas una vez el 1%, puedes presentarte pero el sistema pasa de tí, en cierto modo no existes legalmente. Si F! consigue el 1% esta vez, le pagarán los gastos de las papeletas y la próxima vez ya se las harán y se las pondrán como a los demás partidos. Si consigue el 2.5% le pagarán además algunos gastos de la campaña. Así que todos los votos son enormemente útiles para F!. Los votos que consiga serán la energía que le impulsará a seguir construyéndose contra viento y marea, como hasta ahora.

'Pues no pasa nada, poquet a poquet', podríamos decir, si no fuera porque esto del feminismo es especialmente delicado. Ser miembro de F! tiene un coste. Y sin llegar a tanto, tan sólo definirse públicamente como partidario/a (o en contra) de esta o aquella propuesta... todo tiene sus consecuencias. Imaginemos que eres una intelectual independiente, profesora, consultora o periodista free lance. Empezaste a trabajar en esto de la igualdad de género porque veías un vacío en cuanto a investigación y en cuanto a divulgación de cosas evidentes. Estudiaste, aprendiste cosas y las dijiste. Ahora tienes un nombre y te contratan. Bueno, O no... Te llaman o no te llaman. Te nombran o no te nombran. Según cómo te muevas, te puedes quedar sin trabajo. Ahora comprendes por qué algunas de esas cosas evidentes siguen sin pasar al saber común... Descubres que el pensamiento independiente existe con mucha dificultad. Muy establecida tienes que estar para ser libre, muy 'por encima del bien y del mal', y las mujeres son casi siempre interinas allá donde estén. Así que se da la paradoja de que es precisamente la gente más alejada de la política o la economía, y del feminismo institucional, la que se implica públicamente.

El otro día apareció Jane Fonda apoyando a F!. Antesdeayer la bomba fué un hombre: Mats´s Olsson, el Olsson periodista deportivo más seguido, una especie de Matias Prats sueco, ocupó toda su última página del periódico deportivo más importante con un artículo titulado 'Por qué voto a F!'. Explica que lo decidió el 28 de agosto, según miraba las masas que se acumulaban antes del Derby, y se lo explica a los hombres. Alguno que esté leyendo esto se lo tomará como un retorcido chiste machista, pero él dice: 'Ahora que el feminismo es desprestigiado y ridiculizado, siento que se necesita más que nunca una iniciativa feminista'. Algunos le darán la razón. Y el barullo servirá para que la gente sepa que, a pesar del boicot de gran parte de la prensa, F! no se ha disuelto sino que está ahí bien activa recorriendo Suecia con sus papeletas para que la gente le pueda votar.

María

September 11, 2006

El chantaje de la libertad de elegir

La situación en la campaña electoral sueca es extraña: Iniciativa Feminista denuncia las desigualdades y propone medidas. El partido Socialdemócrata, ahora en el gobierno con el apoyo del partido de izquierdas y de los verdes, está extrañamente callado: prefiere no poner en primer plano estos temas. La alianza de los cuatro partidos que ahora están en la oposición habla para proponer medidas que, según ellos, aumenten la ‘libre elección de las familias’. Tan sólo hace cuatro días salieron con la propuesta de una prestación económica alternativa al uso de guarderías. Los cristianodemócratas y los moderados quieren también eliminar los dos meses intransferibles que cada progenitor tiene del permiso parental y volver a dejar otra vez la distribución de todo el tiempo de permiso a la libre elección de la pareja como antes de 1995. En resumen: la libre elección de las familias, esa parece ser su gran preocupación.

Por qué estarán tan preocupados por la libre elección de las familias? Antes las mujeres no podían elegir hacer casi nada sin permiso del marido, ni siquiera irse. Las feministas denunciaron todo esto al grito de ‘lo privado es público’. Se consiguió el divorcio y la igualdad ante el código civil. Se accedió a proteger a las mujeres de la violencia de sus maridos. Se permitió a las mujeres usar anticonceptivos y abortar aunque con muchas trabas. Y se dijo que ya éramos ‘iguales ante la ley’.

Ahora no se defiende que las decisiones las tome el cabeza de familia por decreto sino la familia en armonía. Los estudios empíricos demuestran que tal armonía no es el caso general, que el poder no se distribuye uniformemente sino que los hombres siguen mandando mucho más, pero eso le importa a poquísima gente. Eso sí, se dice y se repite que en este terreno son ellas las que determinan la elección. Si ellas cargan con la mayor parte del trabajo doméstico es porque son maniáticas de la limpieza. Si se toman la mayor parte de las excedencias por cuidado de los niños y trabajan a tiempo parcial, es porque les gusta más estar tan ricamente en casa. Además, la prueba: nadie puede decir ya que las mujeres estén 'con la pata quebrada'. Y puesto que nadie les corta físicamente la huida, si se quedan es porque quieren. En resumen, a ellas les gusta (hay que ver lo que avanza la ciencia de la sociología!). Y si a ellas les gusta, ¿qué se tienen que meter las feministas?

A mí siempre me ha extrañado esa contundencia en afirmar que todo sucede porque a ellas les gusta así. Porque, ¿y a ellos? ¿A ellos qué les gusta? Yo no les veo pelearse mucho por los empleos a tiempo parcial, ni por quedarse en casa cuando el niño esta malo… ¿será pura generosidad la suya? ¡Extraña decisión conjunta ésta en la que las mujeres se llevan la parte que le conviene a la familia y los hombres se llevan la parte que les conviene a ellos! Y cuando se trata de tomar posturas políticas tampoco veo tan claro que las mujeres estén a la vanguardia del movimiento por la libre elección de las familias ni los hombres a la vanguardia de la libre elección individual: veo que en cada partido político, aquí en Suecia, es más bien al revés. Digo yo que, si fuera verdad que ellas acaparan todo el permiso parental a pesar de los enormes deseos de ellos de quedarse en casa cuidando a sus hijos/as, ya habría un movimiento de hombres pidiendo la individualización. Pero no, no son ellos, resulta que son mujeres las que luchan por la libre elección individual y no familiar. ¿No es curioso?

Es muy interesante, por otro lado, esta exclusiva excepción en el derecho de Seguridad Social y en las relaciones laborales. Normalmente las personas realizan contribuciones a la Seguridad Social y acumulan derechos a prestaciones a nivel individual. Los empleadores se atienen a derechos y necesidades de sus empleados, no de otros adultos relacionados con ellos. Pero esta regla general se acaba cuando se trata de que los hombres les cedan a las mujeres el 'derecho a quedarse en casa cuidando a los hijos'. ¿Por qué un empleador que contrata a una mujer tiene que ajustar sus relaciones laborales dependiendo de si ésta está casada con un señor que prefiere cederle a ella sus obligaciones paternales? Y ¿cuándo se ha visto otro caso en que se permita ceder a otras personas los derechos? Se me ocurre imaginarme que una pareja se pudiera repartir las vacaciones: ‘Jefe, me voy este año mes y medio que mi mujer me cede 15 días’. ¿Qué tal suena?

Me diréis que no es tan importante irse de vacaciones como cuidar a un hijo/a. Bueno, las vacaciones son importantísimas, por eso son legalmente irrenunciables. Pero sí, claro, cuidar a los niños/as es lo más. Por eso precisamente: que los derechos individuales de los padres sean irrenunciables para que ningún empresario ni ninguna otra persona se los pueda escamotear. Y los servicios públicos de educación infantil, tan trabajosamente conquistados, que permanezcan intactos para que madres y padres puedan decidir libremente si quieren trabajar. Porque digo yo que con un niño/a en brazos ya parece difícil decidir libremente ir a trabajar, no?. Pero ¿por qué nos hacen darle vueltas siempre a la misma obviedad?

La conclusión es también la de siempre: nada está ganado, las conquistas hay que mantenerlas día a día, minuto a minuto. En Suecia es también difícil avanzar. Y también aquí se puede ir hacia atrás.

María