Una propuesta política para la Nueva Civilización
Segundo Simposio del Centro Mundial de Estudios Humanistas
Una propuesta política para la Nueva Civilización.
por Tomás Hirsch
Punta de Vacas, 29 al 31 de Octubre 2010
Hace 2 años, en este mismo lugar, durante el Primer Simposio del Centro Mundial de Estudios Humanistas, hablamos sobre ética y acción política. En aquella ocasión comenzábamos diciendo: “Hoy en día las relaciones entre ética y política son muy complejas y hasta tortuosas. A tal punto que ambas parecen constituir universos antagónicos y en apariencia incompatibles entre sí. La política es la única actividad que pareciera regirse por una suerte de pragmatismo que depende casi por completo de las conveniencias coyunturales”.
Hoy nos invitan nuevamente a hablar de política, esta vez como fundamento para una nueva civilización. No está fácil, después de lo que dijimos en aquella oportunidad y sobre todo cuando constatamos que esa crisis se sigue profundizando cada día más.
Sin embargo, queriendo avanzar hacia una nueva civilización, y habiendo hecho de la política nuestra forma de acción humanizadora, intentemos esbozar un lineamiento para esta acción política de cara a esa nueva civilización con la que todos soñamos.
Marcha Fúnebre por la Banca y el Sistema Financiero InternacionalEl próximo lunes 25 de octubre, miembros de un equipo base del Partido Humanista Internacional de Barcelona realizarán una Marcha Fúnebre por la Banca y el Sistema Financiero Internacional.
La Marcha comenzará a las 17:00 h frente a la sede del Deutsche Bank, en Diagonal esquina Passeig de Gràcia, con una primera ceremonia funeraria. Continuará por Passeig de Gràcia, con parada frente a la sede de la Bolsa de Barcelona, para concluir en la oficina del BBVA en Plaça Catalunya.
La Banca es el MalHoy va quedando claro que hay un poder único al que se subordinan todos los demás. Eso explica que no haya diferencia entre un partido de izquierda y otro de derechas, ya que ambos sirven a los mismos intereses aunque su retórica parezca diferente. El juego “democrático” resulta grotesco y ridículo viendo lo que estamos viendo.
|