El domingo día 17 de abril, la regidora del Partido Popular, Olga Elvira, vivió una situación en la que un niño en el Puerto de Segur se cayó al agua, y ante los gritos de los otros niños que estaban con él, ella se levantó, corrió y sin pensarlo dos veces se lanzó tal como iba vestida a rescatar al niño.
Lo hizo como persona, como madre, por puro instinto. El hecho de ser regidora del Partido Popular en Calafell, pasó a un segundo plano, al menos para ella.
Su sorpresa fue que alguien de allí que vio la escena, sacó fotos y las envió a algún periódico, y de ahí se fue haciendo eco el resto de la prensa comarcal y alguna nacional, que comenzaron a llamar a Olga el lunes.
Hasta aquí todo normal, una mujer y madre se lanza al agua a rescatar a un niño alertada por los gritos de otro. Nada que no hubiese hecho otra persona, tal y como dice ella.
Este blog, no se hizo eco de la noticia, por expreso deseo de Olga, precisamente, porque no quería mezclar el hecho de ser Regidora del PP de Calafell, con un acto humano. Ella es así, piensa así y vive así, con esa mentalidad. Una mentalidad que además aplica en la vida política.
Lo que resulta realmente repugnante y triste a la vez, es la llamada recibida por un conocido periodista de Calafell, que lejos de preocuparse por la vida del niño, las únicas preguntas que hizo fueron, que cómo es que se había hecho tanto eco la prensa, que quién hizo las fotos y que quién las envió a la prensa.
Insinuó también que la gente decía que era un montaje, que el niño era sobrino de Olga Elvira y alguna que otra aberración más que dejan clara la catadura moral de alguien que dice ser periodista y se permita entrar en un juego tan ruin.
Desde el Partido Popular de Calafell, nos entristece comprobar el estado lamentable en el que se encuentra la política municipal para llegar a los extremos de esta reacción ante un gesto esencialmente humano. Parece que en ciertos círculos de la política municipal, por encima de alegrarse de que un miembro de la corporación haya tenido ese gesto rescatando a un niño, ha molestado más la repercusión tan positiva que ha tenido en la prensa ese gesto, por ser además la regidora del PP.
No se va a dar ninguna explicación al respecto, porque sería entrar al juego de una mentalidad muy distante de la del Partido Popular de Calafell.
Simplemente nos reafirma el convencimiento no ya solo de que otra forma de hacer política es posible, sino necesaria.
Nos quedamos con el texto que ha salido el martes día 19 de abril de 2011 en la contraportada del Diari de Tarragona, escrito en la sección “La Plumilla” por Antoni Coll i Gilabert. El mismo artículo se publica en la edición digital del día 21 de abril
Se titula “Una mujer al rescate” y reza lo siguiente: Una vez en una balsa de un pueblo cercano al mío murió ahogado un niño. Hubo gente que se dio cuenta de la situación en que se encontraba, pero no reaccionó a tiempo y cuando lo sacaron ya era tarde.
Pensando en ello, celebro doblemente el arrojo de la concejala del PP Olga Elvira, de Calafell, que al darse cuenta del apuro que pasaba un niño que cayó al Puerto de Segur mientras jugaba, no lo dudó y, vestida tal como iba, se hecho al agua para rescatarlo.
Nunca se sabrá si el niño hubiera podido salir por sí mismo o ser rescatado por otros. Para mí eso no es lo importante, sino la decisión de esta mujer que, sin pensarlo, al oír los gritos, abandonó la terraza en la que se encontraba tomando un refresco y se lanzó en ayuda del pequeño.
En este caso el instinto humano explica la reacción, pero quizá también lo explica lo mejor del espíritu político. Tenía interiorizado que su función es servir a la gente.