El signo de los tiempos. Dos lugares emblemáticos, y cuanto más viejo y más paseo Barcelona… más fanático de mi ciudad. El edificio sigue rematado con “Banco Español de Crédito”, y si nunca me cayó bien el banco, es de agradecer que continúe la inscripción y el remozado edificio. Incomparable con el edificio anterior, Hotel Colón o el PSUC en la República, que muestran las viejas fotografías, y que cayó por su “signo de los tiempos” o ignoradas avaricias. El turismo actual lo agradecería.

Y si el Banesto, banco y edificio, forman parte de pequeños porcentajes de mi existencia, la Casa de las Mantas, donde nunca entré, y la calle Junqueras, tienen un peso íntimo muy importante.Mi primer abogado en el salvaje mundo empresarial, Rucabado, tenía tan cercana su vivienda y el bufete, que durante años pasé por delante de la célebre Casa de Las Mantas, que años después, por circunstancias que no vienen al caso, comprobé se trataba de empresarios no solo de toda solvencia sino intachables. Tal como me cuentan liquidan el negocio. Integridad total y absoluta… la antítesis de aquel Banco Español de Crédito... incluso de los tiempos que vivimos.

Pero fotografiando la calle Junqueras y la Casa de las Mantas, parece que oigo a mi íntimo amigo Manolo, cliente adicto de Rucabado, recriminarme año tras año que en 1980 me dejara convencer por Piqué Vidal primero, y luego por Pascual Estevill. No me lo ha perdonado nunca, aunque el propio Rucabado lo entendiera, y sin reticencias continuara con mis asuntos. Complejos temas como las urbanizaciones, sociedades, operaciones financieras, tercerías de dominio, censos… y personales, siempre a mi entera satisfacción, y por moderado precio. Murió en 1994, y le seguimos recordando con cariño.

Las batallitas que llenan un paseo y un escrito…