dijous, 17 de maig del 2012
Sin familias estables y fuertes no hay futuro para nuestras sociedades. Una sociedad de personas aisladas y sin hijos, una sociedad sin niños acogidos y cuidados en un contexto estable de amor, una sociedad de ancianos solitarios, una sociedad no trabada y sostenida por la solidaridad primaria y gratuita que generan los vínculos familiares, es una sociedad que envejece en un progresivo individualismo desesperanzado y carente de perspectivas de regeneración.
Sin familias estables y fuertes no hay futuro para nuestras sociedades. Una sociedad de personas aisladas y sin hijos, una sociedad sin niños acogidos y cuidados en un contexto estable de amor, una sociedad de ancianos solitarios, una sociedad no trabada y sostenida por la solidaridad primaria y gratuita que generan los vínculos familiares, es una sociedad que envejece en un progresivo individualismo desesperanzado y carente de perspectivas de regeneración. [+]