La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachetet, ha pedido este martes que "se suspendan o atenúen" con urgencia las sanciones que pesan sobre países como Irán o Venezuela para evitar el posible impacto negativo de las mismas en sus sistemas sanitarios en plena lucha contra el coronavirus.
“Es fundamental que se evite el colapso de los sistemas sanitarios nacionales, habida cuenta de la explosiva repercusión que eso podría tener en términos de muerte, sufrimiento y ampliación del contagio”, ha dicho Bachelet. “En este momento decisivo, las sanciones sectoriales deberían atenuarse o suspenderse, tanto por razones de salud pública como para reforzar los derechos y defender las vidas de millones de personas en esos países. En un contexto de pandemia mundial, las medidas que obstaculizan la atención médica en cualquier país incrementan el riesgo que todos afrontamos", apuntala la representante de Naciones Unidas, que pide que las exenciones humanitarias se autoricen de manera rápida y flexible para suministrar equipos y material médico.
La Alta Comisionada resalta el ejemplo concreto de Irán, que ha notificado este martes la muerte de 1.934 personas con COVID-19. "Los informes de derechos humanos han insistido reiteradamente en la repercusión de las sanciones sectoriales sobre el acceso a equipos y medicamentos esenciales, incluidos los respiradores y el material de protección que necesitan los trabajadores sanitarios", indica el comunicado, que subraya que, desde que se detectaron los primeros casos detectados en el país, más de 50 médicos iraníes han fallecido.
Bachelet también advierte que las sanciones podrían obstaculizar los esfuerzos contra el coronavirus en Cuba, Corea del Norte, Myanmar, Venezuela y Zimbabwe. “En la mayoría de estos países los sistemas sanitarios se encuentran en situación de debilidad o fragilidad. El progreso en la defensa de los derechos humanos es fundamental para mejorar esos sistemas, pero las medidas que obstaculizan la importación de suministros médicos esenciales, -entre otras el exceso de celo de los bancos en el cumplimiento de las sanciones-, causarán perjuicios duraderos a las comunidades más vulnerables. La población de esos países no es responsable en modo alguno de las políticas que han motivado las sanciones y, en diverso grado, ya han tenido que vivir en condiciones muy adversas durante largos periodos”, señala.