El Ministerio de Trabajo y Economía Social, a través de una resolución publicada este viernes en el Boletín Oficial del Estado (BOE), ha adoptado medidas extraordinarias en el ámbito de la formación profesional para el empleo ante la crisis sanitaria originada por la pandemia del coronavirus.
La resolución amplía los destinatarios de la formación y establece que podrán participar "en cualquier programa de formación" los colectivos más afectados por la situación de emergencia sanitaria: trabajadores despedidos por un ERE, trabajadores con contratos suspendidos por un ERTE, trabajadores autónomos y trabajadores de la economía social.
Asimismo, regula las variaciones de la impartición en modalidad presencial derivadas de la declaración del estado de alarma, con el uso del "aula virtual"; amplía el tipo de entidades que pueden impartir este tipo de formación y eleva hasta un máximo del 40% el porcentaje de participación de desempleados en los programas de formación.
En dicha resolución, en vigor desde mañana, Trabajo reconoce que la suspensión de la actividad educativa por la emergencia sanitaria ha tenido un "enorme impacto" en el sistema de formación profesional para el empleo, que se ha visto "gravemente afectado", ya que el estado de alarma no permite, con carácter general, continuar ejecutando la formación presencial tal y como estaba regulada esta modalidad.
Ello, explica, afecta a un importante número de acciones formativas financiadas con cargo a este sistema. Las previsiones en cuanto a la ejecución de acciones formativas financiadas al amparo del sistema de formación profesional para el empleo eran de casi un millón de participantes en las convocatorias de subvenciones actualmente en ejecución. En cuanto a la formación programada por las empresas, estaba previsto que participaran más de 360.000 empresas y cinco millones de trabajadores.
Informa Europa Press.