"Estimado presidente Conte, tiene que darse prisa", ha dicho David Sassoli, presidente del Parlamento Europeo, en su discurso en los Estados Generales para la recuperación de Italia: "Todos los indicadores nos dicen que la crisis golpeará fuerte. Necesitamos reformas estructurales y medidas de apoyo directo para las personas. Ayer España anunció el ingreso mínimo vital para apoyar el derecho a la vida de sus ciudadanos más pobres. Debemos construir juntos una nueva identidad de nuestro continente, como dijo Hermann Hesse, 'empujando las raíces más profundamente sin sacudir las ramas".

Italia ha comenzado este sábado lo que ha llamado "Estados Generales de la economía", una reunión en la que participan el Gobierno, los agentes sociales y también economistas y figuras institucionales, con la intención de diseñar un plan para sacar al país de la crisis económica derivada del coronavirus.

El primer ministro, Giuseppe Conte, también ha intentado involucrar a la oposición, pero la coalición de derechas, formada por la Lega, de Matteo Salvini, Fratelli d'Italia y Forza Italia, ha rechazado su invitación.

"La decisión de la UE es encontrar un nuevo modelo de desarrollo, basado en la economía verde, la sostenibilidad y la transición digital", ha dicho Sassoli: "Queremos ser líderes en la lucha contra el cambio climático. Por lo tanto, es esencial que los planes nacionales de recuperación estén alineados con este objetivo".

El presidente de la Eurocámara también ha lamentado la política de impuestos de países como Holanda: "En Europa, incluso en este período, hemos visto de primera mano cuán agresivas son las prácticas fiscales de algunos países, quitando recursos a otros países. Hay que arreglar esto. La canciller Merkel habló al respecto recientemente y le expresé el apoyo del Parlamento Europeo".

"La gran lección del COVID es que no hay política, no hay soberanía, ni siquiera hay identidad nacional sin el horizonte europeo", ha afirmado Sassoli, quien también ha dicho: "Lo público debe ser protagonista de la reconstrucción. Y este es el momento adecuado para reafirmar un papel público renovado en la política económica e industrial. No se trata de recuperar modelos del pasado, sino de afirmar una función de defensa de los más débiles y la alineación de los programas nacionales con los objetivos europeos".

Escribe Andrés Gil.