Actualizado: 19 de febrero de 2008
Los trabajadores y los pueblos exigen otra política
A una semana del inicio oficial de la campaña electoral, las encuestas predicen prácticamente un empate entre el PSOE y el PP y una abstención del 30%, cuatro puntos más que en el año 2004 (esos 4 puntos suponen más de un millón de votantes). Todas las encuestas señalan que la inmensa mayoría de esa desmovilización electoral corresponde a votantes del PSOE, y Zapatero pide una mayor “tensión” para movilizar al electorado de la izquierda.
¿Qué sucede? Es evidente que la inmensa mayoría de trabajadores y de jóvenes no puede desear una victoria de los franquistas del PP, todo el mundo recuerda la guerra de Iraq, el Prestige, la manipulación de los terribles atentados del 11 de marzo... Pero los trabajadores y los pueblos constatan que la política que ha llevado a cabo Zapatero al someterse a la Unión Europea continúa en la mayor parte de las cuestiones la que hicieron los gobiernos del PP, y con ello hace posible una victoria del PP.
Las candidaturas del POSI se han presentado para ayudar a abrir una salida política. Plantean que no es posible gobernar para la mayoría sin romper con la Unión Europea y con la Monarquía. Queremos, como la inmensa mayoría, otra política, que movilice a los trabajadores y los jóvenes. Por eso nos dirigimos a los candidatos del PSOE, el partido absolutamente mayoritario de la clase obrera, con una exigencia que comparten millones: para derrotar al PP, no se puede asumir la misma política del PP, de negar una salida política a la cuestión vasca, cometiéndose a las exigencias de jueces y policías, del aparato de Estado. Para derrotar al PP, no es posible mantener las contrarreformas sociales, la LOE y el Espacio de Bolonia, los privilegios de la Iglesia, la persecución a sindicalistas, la servidumbre militar a los Estados Unidos, y la OTAN, las tropas en Afganistán; etcétera.
Nos dirigimos a los candidatos del Partido Socialista como quisieran hacer cientos de miles que quieren que se enfrenten a los de siempre, que hagan otra política.
Veamos lo que sucede con la Sanidad. Esta semana más de 10.000 personas se manifestaban en Leganés exigiendo responsabilidades a quienes organizaron la campaña contra el Hospital Severo Ochoa. Los militantes del POSI participamos en esa marcha y repartimos una hoja señalando que se trata de la lucha contra la privatización, que exige la ruptura con el déficit cero que impone la Unión Europea, y que lleva a privatizar donde gobierna el PP y donde lo hace el PSOE. La defensa de la sanidad pública es una aspiración de millones, que choca con la sumisión de ZP y las autonomías a la UE ¿pueden nuestras candidaturas ayudar a expresar esta exigencia?
Ayudar a que se expresen las exigencias de los trabajadores
El 19 de febrero se prepara una manifestación en Madrid en defensa de la sanidad pública, contra las privatizaciones. Quienes acudan a esa manifestación lo harán, sin duda, porque quieren derrotar a la política de Esperanza Aguirre y del PP. Pero para derrotar a esa política hace falta que los candidatos –y los gobiernos– del Partido Socialista aprueben romper con los recortes de presupuesto y la política de privatizaciones que en nombre del “libre competencia” se imponen desde Bruselas. ¿Es posible preparar delegaciones de trabajadores y jóvenes que transmitan esa exigencia a los candidatos del PSOE (y de IU y otros candidatos que se reclaman de la defensa de los derechos de los trabajadores y de los pueblos)? Contribuiremos a recoger firmas con ese fin en la manifestación de Madrid de mañana.
Como hemos hecho el sábado 16 en la manifestación de miles de trabajadores de Correos en Madrid. Compañeros de Trabajadores y Jóvenes por la República, entre ellos candidatos del POSI, recogieron 140 firmas exigiendo “no a la liberalización del Correos y Telégrafos, derogación de la Ley Postal y sus desarrollos normativos, mantenimiento de todos los puestos de trabajo”. Los compañeros dicen a los candidatos socialistas y obreros: “cualquier paso que deis en ese sentido contará con el apoyo de los trabajadores y sus organizaciones y del conjunto de los ciudadanos. Creemos que esta es la posición que se corresponde con el partido (o formación) que representáis, en tanto que tiene su base en la inmensa mayoría de los trabajadores”. Compañeros de diversas provincias y centros se llevaron hojas de firmas, con todos ellos los compañeros de TJR harán llegar estas exigencias a los candidatos que se presentan en nombre de los trabajadores y de la democracia.
La cuestión de los obispos es otro buen ejemplo. Millones se indignan por la actitud de la Conferencia Episcopal, reclaman que deje de financiarse a la Iglesia, que se defienda el derecho a aborto y a una muerte digna, quieren que el Partido Socialista lleve a cabo esas medidas, se desesperan por la actitud contemporizadora de Zapatero. ¿Pueden nuestras candidaturas ayudar a transmitir esa exigencia reuniendo compañeros –de diversas ideas y afiliaciones– que vayan a ver a los candidatos socialistas (y de otras organizaciones) a plantearles que se comprometan a tomar esas medidas?
Por la paz, por la democracia
Lo mismo sucede con las exigencias relativas a libertades y fraternidad de los pueblos. Decenas de miles de militantes del PSOE y la UGT en el País Vasco quieren que su partido luche por la paz. Sus concejales no quieren vivir siempre con una escolta que les convierte en rehenes de la política del aparato franquista. ¿Pueden nuestras candidaturas, en acuerdo con estos militantes, organizar delegaciones a los dirigentes y candidatos del PSE-PSOE para exigirles que asuman la defensa de una salida democrática? A otro nivel, en Cataluña ¿no está planteada la defensa de la fraternidad y solidaridad entre los pueblos frente al enfrentamiento que quieren imponer?
El encuentro estatal de trabajadores y jóvenes por la República del 19 de enero decidió dirigir una carta abierta a los candidatos que, entre otras cosas, dice: “quienes pretendan representar a los trabajadores deben comprometerse a anteponer nuestro mandato al dictado de la Unión Europea”. Esa carta abierta se concibió como un instrumento para transmitir a los dirigentes de las organizaciones que hablan en nombre de los trabajadores exigencias básicas que se condensan en una cuestión. Hace falta otra política. Las candidaturas del POSI han asumido la difusión y el trabajo con esa carta, instrumento de lucha por la unidad. Ahora hay que convertir ese compromiso en acción práctica en todas partes, como ya se está haciendo en los casos mencionados.
Las candidaturas del POSI no se levantan contra las de otras organizaciones de los trabajadores, son candidaturas por la unidad. Para ello deben difundir la carta, hacerla firmar, buscar acuerdos con trabajadores –de todas las afiliaciones– y jóvenes para organizar delegaciones a los candidatos que transmitan las exigencias de esa carta abierta.
La manifestación de Leganés, la del 19 en Madrid, la huelga de la enseñanza de Cataluña, las movilizaciones por el Severo Ochoa, son una interpelación a las organizaciones de los trabajadores (y, por tanto, en primer lugar, a Zapatero y al PSOE). Sería una locura hacer trabajar a nuestras candidaturas al margen de esto. Al contrario, las candidaturas deben ayudar a dar forma a esto… Organicemos en todas partes la acción sobre los candidatos, exigiendo que respondan a nuestras exigencias y no a los dictados de la Unión Europea.
Sólo de esta manera, asumiendo nuestras propias responsabilidades en la lucha por el Frente Único Obrero, por la unidad de las organizaciones de los trabajadores en defensa de las reivindicaciones obreras, podemos contribuir a la derrota del PP y su política, aspiración de la inmensa mayoría.
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