Actualizado: 12 de febrero de 2008
Ver la nota: Portugal: el Tribunal Constitucional suspende la aplicación de la ley sobre los partidos
Candidaturas del POSI
En estas elecciones, el POSI ha presentado candidaturas al Congreso o al Senado en 43 provincias de toda la geografía estatal. En las islas Baleares concurrimos a las elecciones en coalición. En total, concurrimos en las elecciones al Senado en 51 circunscripciones.
La presentación de las candidaturas ha abierto un primer debate. Algunos compañeros nos preguntan si las candidaturas sirven para algo. Otros discuten si no estaremos dividiendo el voto de la izquierda. Lo que plantean estos compañeros merece ser discutido.
Para un partido de tradición bolchevique, la actividad parlamentaria, incluyendo las campañas electorales, se subordina a la actividad política general. Por tanto, para nosotros, la presentación de candidaturas a unas elecciones es parte de la campaña política que llevamos a cabo. Hoy, es un medio más de luchar por la ruptura con la Monarquía y la Unión Europea.
Las candidaturas del POSI toman como lemas principales:
“Por un gobierno con una verdadera política socialista”
“Ruptura con la Unión Europea”
“República. Unión de Repúblicas Libres de los pueblos del Estado español”
Nuestras candidaturas se presentan en un momento de grave crisis económica y política. Crisis que en nuestro país se manifiesta en los despidos masivos en la construcción y el sector inmobiliario (un incremento de más de 100.000 parados en enero), por la asfixia de cientos de miles de ciudadanos (sobre todo inmigrantes y jóvenes trabajadores) bajo las hipotecas usureras que amenazan con echarles de su vivienda, por el cierre (deslocalización) que amenaza a industrias tan importantes como la del automóvil, tras la práctica desaparición de la industria textil y la electrónica de consumo. Crisis que no es sino la expresión local de la política de destrucción de clases obreras y naciones por parte del capital, que en Europa ejecuta la Unión Europea. Así, el euro provocó la especulación inmobiliaria que ahora deja el país hundido y las familias endeudadas, y ahora el euro fuerza la deslocalización de las industrias (la última, SEAT traslada producción a México).
Pero la crisis tiene también una expresión política. El gobierno de Zapatero y los jueces se han lanzado de lleno a una política de represión, de prohibición de candidaturas, de detención de responsables de la izquierda abertzale, que sólo puede agravar el enfrentamiento y la división en el País Vasco y entre los pueblos del estado español. División que los planes antiobreros de Bruselas exigen, y que se aplica en toda Europa, desde Bélgica a Kosovo. Otro medio de división es la política de la Unión Europea contra los inmigrantes.
En esta grave crisis del país tiene una gran responsabilidad la política del gobierno Zapatero, que al someterse a la Unión Europea y al aparato de Estado franquista de la Monarquía ha defraudado a la mayoría social que le llevó al poder, al vez que ha envalentonado a toda la reacción franquista, desde el aparato judicial hasta los obispos.
Nuestras candidaturas se presentan en el momento en que los gobiernos europeos promueven la ratificación en los distintos parlamentos del Tratado de Lisboa, clonado del Constitución Europea que los pueblos de Europa, por medio del no de los referendos francés y holandés, rechazaron hace algo más de 2 años. Las candidaturas asumen los acuerdos de la Conferencia Europea contra el nuevo tratado, que ha reunido en París el 2 y 3 de febrero a delegados obreros de todo el continente, y quieren contribuir a desarrollar ese combate en todas las organizaciones del movimiento obrero de nuestro país.
Los trabajadores, los jóvenes, los pueblos del Estado español, exigen otra política, exigen que se gobierne para la inmensa mayoría, rompiendo los lazos con los franquistas. Quieren que se lleve a cabo la separación entre la Iglesia y el Estado, que se deje de financiar a la Iglesia Católica, que se garantice el derecho al aborto, que se garantice el futuro de los servicios públicos, acabando con los recortes de presupuesto y las privatizaciones, quieren un gobierno que defienda los puestos de trabajo y la economía productiva, que garantice el derecho a la vivienda, que traiga la paz al País Vasco, que restablezca la fraternidad entre los pueblos del Estado español. Quieren, en definitiva, un gobierno con una política verdaderamente socialista.
Por eso asumimos y apoyamos con todas nuestras fuerzas la Carta a los Candidatos que hablan en nombre de los trabajadores, lanzada por el Encuentro de Trabajadores y Jóvenes por la República, reclamando que se comprometan a realizar el mandato de los trabajadores y no los dictados de la Unión Europea.
Nuestras candidaturas se insertan en ese combate, por tanto combaten por la unidad, luchan para que las organizaciones levantadas por los trabajadores defiendan los intereses de la inmensa mayoría y rompan con la Monarquía y con la Unión Europea. Está en juego la propia existencia de los sindicatos y partidos levantados por los trabajadores como tales organizaciones independientes. Precisamente por eso presentamos nuestras propias candidaturas, porque los dirigentes de las organizaciones en las que se reconoce la masa de los trabajadores no quieren plantear de ningún modo la independencia de sus organizaciones respecto de la Unión Europea y la Monarquía.
Por lo tanto, agrupamos trabajadores y jóvenes con nuestras candidaturas para hacer propuestas que estimamos indispensables para todo el movimiento obrero. Y al mismo tiempo tendemos la mano a los compañeros socialistas, a todos los compañeros identificados con organizaciones que se reclaman de los derechos de los trabajadores y de los pueblos. Queremos luchar con ellos, con las organizaciones, para defender las conquistas sociales y democráticas, conquistas ligadas históricamente al Partido Socialista y la UGT, y en otra forma a CCOO y las demás organizaciones obreras.
Pedimos a todos los compañeros y compañeras que lean esta Web su apoyo a las candidaturas del POSI, su participación en la campaña electoral, en las mesas y actos de campaña, la difusión de nuestra web, del video de las candidaturas, de los comunicados de campaña y, no menos importante, el apoyo económico que sostiene nuestra independencia política.
Portugal: el Tribunal Constitucional suspende la aplicación de la ley sobre los partidos
La ofensiva contra la libertad de partidos (y contra la libertad sindical), aunque tome distintas formas, es una ofensiva internacional, que se concentra particularmente en Europa. Cuando aquí se prohíben de nuevo partidos y candidaturas, desde el movimiento obrero portugués llegan ejemplos que marcan el camino. En particular, por parte de nuestros camaradas del Partido Obrero de Unificación Socialista, dirigido por los ex diputados de la Constituyente Aires Rodrigues y Carmelinda Pereira. De hecho, el combate actual por los derechos democráticos se basa en las conquistas consagradas en aquella Constitución, incompatibles con la regresión que pretende imponer el Tratado Europeo.
Este lunes, 4 de febrero, según la agencia oficial de información, LUSA, el Tribunal Constitucional ha suspendido el proceso de verificación del número mínimo de afiliados de cada partido. Recordamos que el 4 de diciembre de 2007, el Tribunal Constitucional envió una carta a todos los partidos intimándoles a que presentasen, en un plazo de 90 días, una lista debidamente homologada de un mínimo de 5.000 afiliados.
La campaña contra la derogación de esta ley
Al recibir dicha carta, a mediados de diciembre, el Partido Obrero de Unidad Socialista (POUS) comenzó una campaña por la derogación de dicha ley, que había sido aprobada por el Parlamento en agosto de 2003 pero había sido papel mojado. Al mismo tiempo, empezaba a recoger adhesiones al POUS. A día de hoy, se han inscrito en el POUS más de 2.000 trabajadores, jóvenes, ciudadanos.
Paralelamente, con el conjunto de partidos más directamente afectados (aunque la ley es un ataque contra todos los partidos), el POUS ha emprendido gestiones en dirección de los grupos parlamentarios y del Presidente de la República para exigir la derogación o modificación de dicha ley.
A raíz de ello, próximamente se presentará a la Asamblea de la República, para su discusión y eventual aprobación un proyecto de modificación que anula los artículos más restrictivos (número mínimo de afiliados, poderes del Tribunal Constitucional para verificar el funcionamiento interno de los partidos, número mínimo de participación en comicios…).
Según el despacho de la agencia LUSA, “los dos mayores partidos, el Partido Socialista y el Partido Socialdemócrata, ya han anunciado su disposición a modificar la ley para permitir que la existencia de partidos no dependa del número de militantes inscritos, intención sostenida por el Partido Comunista Portugués y el Bloque de Izquierda” (no es ocioso recordar que cuando se votó la ley de partidos en la Asamblea de la República, en agosto de 2003, todos esos partidos votaron por unanimidad el artículo sobre el mínimo de 5.000 afiliados. Recordemos también que forman parte del Bloque de Izquierda los partidarios de Besancenot en Portugal).
Continúa la batalla por la derogación de la ley. Sin ninguna duda, este retroceso del Tribunal Constitucional es una primera victoria de la movilización que ha tenido lugar esta semana y que parte de las conquistas democráticas surgidas de la revolución de abril de 1974 y de la conciencia unánime de la población, en particular la clase obrera, de que no hay democracia política sin partidos.
Por ello continúa el combate por la derogación de la ley.
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