Hola compañeros/amigos.
Bien, vamos allá… esto es una carta de ánimos que se me ocurrió escribir después de detectar en varios compañeros y en mi mismo una gran tensión y muchos nervios de cara a todo lo que se nos avecina hasta el día 9 de Marzo, el Día D.
Como partido hemos nacido y evolucionado desde un pequeño embrión de gente que se sentía sola y desamparada en Cataluña hasta llegar a crear un partido que abarca ya a toda España.
Un partido que no se ha hecho como todos los demás, no es un partido hecho solamente con ideas y dinero, si no un partido hecho con lo más preciado que tenemos las personas, nuestro corazón y nuestra alma.
Partimos de la nada y con sangre, sudor y lágrimas LITERALMENTE HABLANDO hemos creado de este embrión un bebé, y de este bebe un niño y de este niño un adolescente rebelde que a marchas forzadas se está convirtiendo en todo un hombre, o mujer (el sexo que tenga me da igual, aquí somos personas).
Os hablaré de como conocí Ciutadans-Partido de la Ciudadanía, para que sepáis por donde va la historia:
Un buen día, un jueves de campaña electoral para las autonómicas, llegue de trabajar a la una de la mañana, muerto de frío, por aquel entonces yo era un repartidor de pizzas que hacía 50 horas semanales por 600 euros al mes. Encendí la pequeña televisión que tengo en mi habitación, puse el Canal 33 mientras esperaba que en Cuatro dieran South Park. Estábamos en la campaña de las autonómicas y había espacios electorales en dicho canal. Sorprendentemente me topé con un spot de Democracia Nacional, y ya podéis imaginaros el careto que se me quedó, mi mente decía: entre ERC, CIU y ahora estos la llevamos clara… ¿ES QUE NADIE PIENSA IGUAL QUE YO AUNQUE SEA UN POQUITO?
Justo después es como si alguien me hubiera escuchado, se acabó el spot de los cenutrios estos y apareció ¡¡¡un tío en pelotas!!! Mi primera impresión fue de que se trataba de un partido de mierda pero… FLIPÉ.
El supuesto partido de mierda, decía verdades como puños, pensaban casi como yo, aún recuerdo grabado en mi mente ya de por vida la gente que salía diciendo: yo hablo catalán, jo parlo castellà, soc espanyol, soy catalán, no importa como vistas, solo nos importan las personas… y encima denunciaba al separatismo al que tanto asco tengo…
Me quedé flipando, de piedra, emocionado, pero… no estaba seguro al 100%. Llegó el domingo, como buen catalán y español que me siento, demócrata y persona ante todo (con mis fallos y virtudes como todos, y con un carácter bastante difícil) me fui a votar nada mas levantarme ante mucha tristeza por la falta de gente joven que detecté. Esa mañana yo era el único menor de 35 años que había por allí.
Llegué a la mesa y como no me gusta mentir “agarré” dos papeletas, una del PP y otra de Ciutadans… la duda me corrompía, por un lado el PP era la única opción medio creíble para defender la España que tanto amo, pero no se lo merecían, por otra parte estaban los de Ciutadans, pero… ¿realmente valdrían la pena? me quedé empanado durante un buen rato, pero al final voté. Voté al PP, no me esconderé jamás de eso, pero la duda de si había hecho lo correcto me corrompía.
Bien, como buen pizzero me tocó currar en domingo, y yo ya había cumplido mi derecho como ciudadano así que solo faltaba esperar a la noche…
Y llegó la noche, en la pizzería estaba la radio puesta, un compañero había votado a Ciutadans, daban los resultados y cuando salió que este partido había conseguido tres parlamentarios la cara de mi compañero y la mía se convirtieron en una inmensa expresión de alegría, él sabía que yo había votado al PP, pero sabía que estaba tan contento como él.
Terminó la jornada y abrimos los dos una botella de cava catalán para celebrarlo, llegue a mi casa medio “bolinguilla” y puse la tele, aún recuerdo ese coche de la Guardia Civil rodeando de gente saltando con una bandera española (el portador de esa bandera ahora es un compañero mío de la Agrupación de Terrassa) gritando…¡¡¡LIBERTAD, LIBERTAD, LIBERTAD!!! ME PUSE A LLORAR, POR FIN SABÍA CUAL ERA MI LUGAR Y QUE DEBÍA DE HACER…
Al tiempo, un buen amigo mío se afilió al partido y me dio la oportunidad de afiliarme, eso fue lo que hice, y aquí estoy aún.
Como todos los que estamos aquí todavía y los más que vendrán, he pasado de todo: unas municipales, mesas de campaña y precampaña, insultos, amenazas, un juicio frente a la CUP, un congreso, votaciones, idearios, estatutos, concentraciones, manifestaciones, he reído, he llorado, me he enfadado, he pedido perdón… mil cosas en poco mas de un año ¡¡¡Y LAS QUE ME QUEDAN!!!
Ahora vienen unas generales, lo que nació como Ciutadans de Catalunya para ámbito autonómico se ha convertido en Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía de ámbito nacional, un partido nacido en la “odiada” Cataluña se ha extendido a toda la “colonizadora” España, (será que no se nos odia tanto…)
Estamos todos pasando momentos de tensión y nervios, de pánico de cara a las generales… y eso que la precampaña no ha hecho más que empezar, aún queda la campaña y los resultados.
Pero, hay algo en mi que me dice que todo ira bien, pero… si sale mal JAMÁS RENDIRSE, aún tenemos toda la vida por delante para lograrlo, no se hizo Roma en dos días, ni Iron Maiden sacaron su primer álbum a la semana de formarse…
Tenemos un arma secreta que los demás no tienen: los afiliados y sus corazón, si hay alguien que tenga ilusión, empeño y ganas de vivir en España estos somos nosotros, en eso no hay quien nos gane.
Somos una gran familia forjada desde lo mas profundo de nuestras almas, cada uno con su pequeña ideología y un bien común que se llama Ciudadanos.
Yo, personalmente lo hago por amor a Cataluña, a España y a sus ciudadanos. Cuando digo España, no me refiero a una tierra casposa y cerrada rollo Caudillo, si no que me refiero a sus bosques, ríos, montañas, ciudades, pueblos, lenguas, culturas, tradiciones (y por que no, sus símbolos…) forjadas durante 500 años de historia, con momentos buenos y malos, pero con algo que nos caracteriza bastante y nos diferencia un poco de los demás sin menospreciar a ningún pueblo de esta tierra: nuestra alegría por vivir.
Sinceramente compañeros, no nos rindamos, no estamos solos, nos tenemos los unos a los otros, si os sentís solos o agobiados no dudéis en llamar al ciudadano más próximo, al más querido o al que mejor te caiga, seguro que él, en estos días se siente como tú.
Y una cosa, si hay que caer, caeremos todos juntos, con las botas puestas y con la cara bien alta, porque a diferencia de otros, al menos nosotros lo hemos intentado, pero como eso no va a ocurrir porque me lo ha dicho un pajarito… (¡¡¡como me haya mentido el pajarito le meto un perdigonazo!!!)
Un saludo desde lo más preciado que tengo, mi alma y mi corazón.
David Bosch Collado - Ciudadano de Terrassa (Catalunya/España)