Una landing page es una página de aterrizaje. Estas páginas se construyen a conciencia para que los usuarios cuando ven un banner o enlace patrocinado y pinchen ahí accedan de inmediato a una página donde se les ofrece información de calidad.
Una landing page no tiene porque ser la página de inicio de una web. Por ejemplo, imaginemos que tenemos un herbolario online y queremos incentivar la venta de “cola de caballo”. Para ello, seguramente la opción más adecuada sea realizar publicaciones en Adwords e, incluso, añadir algún banner en alguna web que hable de salud, dietética o alimentación.
La página de aterrizaje del usuario que pinche en nuestra publicidad sobre cola de caballo no puede ser nuestra página de inicio del herbolario online. Tendrá que ser una página diseñada a conciencia donde se destaque únicamente ese producto, si indiquen sus propiedades y, además, se facilite su compra.
¿Qué requisitos tiene que cumplir una landing page?
En primer lugar tiene que ser sencilla, clara y destacar únicamente aquel producto/servicio que deseamos que cale en la mente del consumidor.
Asimismo, una landing page tiene que tener un diseño profesional, incluyendo elementos claves como textos concretos, un carrito de la compra, en caso de que nuestro objetivo sea vender, un formulario de contacto, si nuestra finalidad es obtener datos de contacto de los usuarios o una newsletter, si lo deseamos es que el internauta se suscriba a nuestro boletín mensual de la web.
En resumen, una landing page debe tener un diseño orientado a la conversión y, para ello, debemos contar con la ayuda de una empresa de desarrollo y diseño web que se encargue de insertar todos aquellos elementos necesarios y creíbles para incentivar a los usuarios a la compra.