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Domingo, 7 de Junio de 2009
 
Candidatura del POSI a las elecciones al Parlamento Europeo 2009
Novedad en Publicaciones:
  El POSI publica en castellano el libro Lenin,
  biografía del dirigente obrero escrita por el historiador Jean-Jacques Marie.

  Ahora puedes descargar el prólogo de esta obra.

 Actualizado: 4 de junio de 2009 

Sobre otras candidaturas al Parlamento Europeo

Los lectores de Carta Semanal saben que el POSI lucha por la unidad de los trabajadores y sus organizaciones de masas, sindicales y políticas, sobre la base de la defensa de los derechos democráticos y los derechos de los trabajadores. No compartimos, pues, la orientación de la “unidad de los revolucionarios”, de la “extrema izquierda”. Nuestra Carta suele dialogar con los sindicalistas de UGT y CCOO, con los militantes del Partido Socialista o también de Izquierda Unida.

Sin embargo, a veces a los militantes del POSI se les pregunta por su relación con formaciones que se llaman de “izquierdas” o “anticapitalistas”. Quere-mos dedicar esta Carta al diálogo político con y sobre las candidaturas que así se presentan.

El POSI entiende que el interés de los trabajadores exige la ruptura con la Unión Europea, y que el europarlamento es un engaño, un falso parlamento que no tiene ninguna de las competencias de los parlamentos (Javier Pérez Royo recordaba recientemente en El País que “ninguna de las tres funciones que definen la naturaleza de la institución parlamentaria, la potestad legislativa, la potestad presupuestaria y la de control gubernamental, son ejercidas en puridad por el Parlamento Europeo”). Presenta-mos candidatura para hacer campaña por la ruptura con la Unión Europea. Y entendemos que sin esa orientación, un discurso “radical” o “de izquierdas” sólo puede crear ilusiones en que es posible reformar la Unión Europea, hacer otra política, favorable a los trabajadores, dentro de la UE.

Ése es un punto clave a la hora de valorar la aportación de las candidaturas “de izquierdas”. Veamos algunos programas.


Iniciativa Internacionalista y la Izquierda Abertzale: “Europa es importante”

El programa de II es un programa radical, muchas de cuyas propuestas compartimos. Pero no parte de la ruptura con la UE. En él podemos leer que “estamos en contra de la Europa del capital y a favor de la Europa de los pueblos. Estamos en contra de la OTAN como expresión militar del imperialismo y, por tanto, exigimos la retirada del Estado español de dicha alianza militar” ¿es casualidad que el programa exija la ruptura con la OTAN, pero no con la UE? Creemos que no, y la posición de la Izquierda Abertzale, aliados de II, nos lo confirma.

Cuando Arnaldo Otegi pedía en rueda de prensa el voto para II, decía que esta opción “no es nuestra, pero recoge buena parte de los planteamientos que la izquierda abertzale ha hecho” y añadía que el papel que debe jugar Europa, en la resolución pacífica y democrática del conflicto que sufre Euskal Herria es en su opinión “muy importante”. Otegi remarcó la idea de que la resolución “se tiene, se debe y se va a dar” en el contexto del marco europeo. Mostró su satisfacción al comprobar que en los últimos años se han podido “construir estados nuevos” dentro del continente. “Por eso es importante Europa para la izquierda abertzale”.

Otegi (y también II) olvidan un hecho importante: Tanto el malogrado proyecto de “constitución” europea como el tratado de Lisboa niegan el derecho de autodeterminación de los pueblos y mantienen la “integridad territorial” de los estados miembros. Pero, además, ¿la Unión Europea, el camino para la “resolución democrática” de la cuestión vasca? ¿“Europa” (es decir, la UE) “importante” para la izquierda? Pocos defensores de la UE llegarían tan lejos como Otegi, que, para colmo, pone como ejemplo de solución, los “nuevos estados”, es decir, Kosovo y Montenegro, estados fantasma, dominados por las mafias y totalmente sometidos militarmente a la OTAN.


Izquierda Anticapitalista ¿a favor o en contra de la UE?

Más difícil resulta valorar el caso de Izquierda Anticapitalista, puesto que en sus diversos documentos se defiende una cosa y la contraria respecto de la Unión Europea.

IA explica en su “programa elecciones europeas 2009” que “las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 7 de junio se van a celebrar en un momento en el que coinciden una crisis sistémica, global y civilizatoria de enormes y graves consecuencias y una crisis de legitimidad de la Unión Europea, empeñada en proseguir el rumbo neoliberal y neoimperialista que la ha convertido en ‘arma de destrucción masiva de derechos’” La cuestión a discutir es precisamente si la UE es en sí un arma de destrucción de derechos o si ha habido un rumbo “neoliberal y neoimperialista” que se puede corregir.

El conjunto de las propuestas de IA, algunas muy radicales en las formas, se orienta claramente hacia la idea de que es posible una Unión Europea con otra política, con otro “rumbo”, que puede reformarse la UE y hacerla favorable a los trabajadores, superando así su “crisis de legitimidad”. ¿Cómo se explica, si no, la propuesta de “creación de una Directiva Europea del Cuidado Universal” (Pág. 25 del Programa) o la de garantizar “mediante una directiva europea el acceso mediante banda ancha como servicio universal” (Pág. 29) o la propuesta de aprovechar que España tendrá en 2010 la presidencia de la UE para impulsar una campaña por una legislación homogénea sobre el aborto “en todo el territorio comunitario”, todo ello culminado por la propuesta de “emprender un verdadero proceso constituyente” y luchar para “forzar una verdadera refundación de Europa en un sentido radicalmente democrático y anticapitalista”?

Todo el programa parte de la filosofía de que es posible que haya “directivas europeas “buenas” y no “neoliberales”, de que es posible “otra Unión Europea”, de que dentro de la UE se puede llevar a cabo reformas que permitan una política “anticapitalista”. No es de extrañar, entonces, que ni una sola línea del programa (¡en 38 páginas!) explique el carácter antidemocrático del europarlamento.


Izquierda Unida y la “Europa diferente”

14 partidos y coaliciones, entre ellos Izquierda Unida y el PCE, han difundido un “llamamiento común para las elecciones al parlamento europeo” que define las bases de su programa común. En él se propone dar a la lucha de los pueblos de Europa “una voz en el Parlamento Europeo” (cuya falta de contenidos y poderes se elude explicar).

Este llamamiento (que no han suscrito ni el PC portugués ni el griego) dice que “nuestro objetivo es una Europa de cooperación, de progresos sociales, de igualdad (…) solamente otro rumbo en la Unión Europea puede contribuir a esto”. Para ellos también es una cuestión de “rumbo” que se puede corregir dentro de la propia UE. Proponen el rechazo del Tratado de Lisboa, y adelantan una serie de medidas como “la revocación de los procesos de liberalización y privatización”, “la ejecución de medidas que paren la deslocalización de empresas” ¿Cómo hacer todo eso sin cuestionar la “libre competencia no falseada” establecida en el Tratado de Maastricht, tratado fundacional de la Unión?, o “por un control político y democratización del Banco Central Europeo” (cuya “independencia” también está recogida en el Tratado de Maastricht) “por el rechazo de la militarización de la Unión Europea, dentro o fuera del marco de la OTAN” (como si fuera posible una UE no sometida a la OTAN)…

El eje de esta política es que “otra Europa es posible a través de luchas más amplias y más fuertes (…) como partidos de izquierda somos una parte integrante de este movimiento (…) queremos actuar dentro y fuera del Parlamento Europeo, en cada lucha para construir otra Europa” (que no parte de la ruptura con la UE, sino de la ilusión de una “reforma” de la Unión Europea)


¡Abajo la dictadura europea!

Como afirmaban los pescadores en lucha contra el desmantelamiento de su sector que impulsa Bruselas, la Unión Europea es una dictadura, el poder de instituciones antidemocráticas que sólo sirven a los intereses de las multinacionales. Lo es así desde su fundación, así lo han establecido los tratados que la establecieron.

Este tinglado antiobrero es irreformable. No cabe ninguna política favorable a los trabajadores y los pueblos de Europa sin denunciarlo y destruirlo. Y en la grave crisis actual es urgente combatir para que las organizaciones obreras rompan con Bruselas. Pues desde las instituciones de la UE se organiza un saqueo sin precedentes de las economías de Europa destruyendo millones de puestos de trabajo para entregar billones a los banqueros. Y correlativamente, se aceleran los ataques a los sistemas de negociación colectiva, las pensiones, la protección del desempleo, los derechos laborales y los servicios públicos.

Ese es el contenido de nuestra campaña, que difícilmente puede conjuntarse con las de quienes siembran la ilusión de que la UE es la “solución” o de que puede cambiarse su “rumbo”, reformarla para que sirva a los intereses de los trabajadores.

Cada uno es libre de defender una política o la contraria.